Estaba a punto de llorar y romper todo a su alrededor cuando…
Un ruido la puso alerta, se puso de pie, tomó unas bragas y una camisa de su armario antes de correr a la puerta del dormitorio. Ahí fue cuando lo vio… Max se encontraba de espaldas a ella moviendo algo en la cocina… lo observó un momento y se acercó a él para abrazarlo por la espalda, él llevaba únicamente sus bóxer. Cosa que aprovechó para que sus manos se divirtieran, necesitaba sentirlo… asegurarse que él estaba ahí, que no era un sueño.
- Buenos días…
- Ya despertó mi bella durmiente. ¿Estás bien?
- Si… sólo… estoy feliz de que estés aquí.
- ¿Qué sucede Isabel?
- Nada Max, sólo me asusté cuando desperté y no te vi…. Yo… yo pensé… pensé que te habías ido… y pues… eso…
Max no la dejó terminar, la abrazó con todas sus fuerzas… le dolía pensar que Isabel hubiera pensado que él la había abandonado… pero se encargaría de que su mujer no volviera a pensar que él era capaz de hacerle eso… el borraría el daño y el miedo que pud