Cuarenta y cinco.
Ignacio se subió y se acomodó, le pidió sentarse en medio de sus piernas, Salomé empezó a subirse encima de Violet, se sentó en su vientre y se movía agitando sus manos, mientras Ignacio le hacía mímicas que la tenían riendo a carcajadas.
Se subió por encima de Violet hasta llegar a Ignacio, Violet se movió para acostarse al lado de ellos, Ignacio le miró el trasero y sonrió.
Salomé no estaba prestando atención a la película hasta que escuchó las voces infantiles.
Se bajó para hacerse su espacio en la cama y se concentró a ver la película, Ignacio se acomodó para quedar frente a frente con Violet y dejar a Salomé en medio de los dos.
Salomé, sentada al nivel de sus vientres, se subió al escucharlos hablar y se sentó en medio de sus rostros.
Se echaron a reír, como también empezó a llover fuerte.
—Creo que hoy es su turno de quedarse, Violet.
—Aún no es un hecho —dijo antes de que Salomé quisiera sentársele en el torso a Ignacio.
Se acomodó para darle gusto a la pequeña, permanecieron