Mundo ficciónIniciar sesiónEl grito de Michaela desgarró el silencio de la casa segura.
Los dos agentes federales irrumpieron en su habitación con armas desenfundadas, encontrándola de pie junto a la cama, temblando, teléfono todavía en la mano mostrando esa foto imposible.
—Él estuvo aquí —susurró Michaela—. Estuvo aquí hace diez minutos. Me tomó una foto mientras dormía.
El agente principal —un hombre de cuarenta y tantos llamado Morrison— tomó el teléfono, su rostro perdiendo color mientras procesaba lo imposible.
—Eso no es posible. Revisamos todo el perímetro. No hay huellas, no hay en las cámaras...
—¡Entonces sus malditas cámaras no funcionan! —La voz de Michaela subió, histeria bordeando cada palabra—. ¡Porque ESO es una foto mía tomada AHORA en ESTA habitación desde AFUERA de esa ventana!
Morrison ya estaba en su radio, voz tensa y profesional.
—Código rojo. Repito, código rojo. Sujeto confirmado en el área. Necesito respaldo inmediato y revisión compl







