Capitulo 12. El Legado Como Mapa
El "regalo" de Alessandro, la tableta con la historia Moretti, no fue un consuelo; fue un arma. Una que yo, Isabela Moretti, no Ana Stevens, iba a usar. La noche se disolvió en el estudio. Mis ojos devoraron cada página, cada nombre, cada acuerdo comercial, no como una lectura, sino como un prisionero de guerra analizando un mapa de su celda y el territorio enemigo. La vastedad de mi legado me abrumaba: magnates y traidores, constructores y destructores. Mi sangre.
Cada párrafo era un escalofrío. "Este acuerdo se firmó justo antes de la muerte del abuelo de mi madre". "¿Por qué la familia Moretti vendió sus acciones en esta subsidiaria justo cuando estaba en su punto más alto?" Conectaba fechas y nombres, buscando patrones, anomalías. Mi mente trabajaba con una intensidad febril, un hambre de conocimiento que ahogaba el miedo.
Y entonces, lo encontré. Un nombre que se repetía en lugares extraños, en acuerdos comerciales que no tenían sentido para una empresa aparentemente próspera: Ma