12. Estaré aquí siempre
Livia había tratado de prestar atención a la reunión con los guionistas de la nueva película, pero por mucho que lo intentó, no lo consiguió. El tema no era complicado, el problema es que no podía dejar de pensar en Garrett aun teniéndolo sentado a su lado en la sala de reuniones.
—Entendemos que el tema sea complejo para usted, señorita Collin…
—Ridley —corrigió ella con el ceño fruncido. Su mirada se clavó en la del hombre al otro lado de la mesa, fijamente y sin vacilación.
El tipo carraspeó.
—Señorita Ridley —dijo, retomando la palabra—. Aun así, no podemos esperar meses. La competencia lanzará una película en nuestra misma línea. Debemos movernos antes que ellos.
—No hay competencia cuando las cosas se hacen bien, señor Fitcher. Películas siempre hay, unas memorables, otras buenas y algunas no vale la pena ni mencionar —expresó Livia con tono frío y profesional.
Garrett hizo un esfuerzo sobre humano para no echarse a reír ante las caras que pusieron los gu