23. Eso no es amor
23. Eso no es amor
Knox era consciente de que volvía a encerrarse en su caparazón, pero no estaba en condiciones de hablar. Tenía la nariz rota, el labio partido que, empezaba a inflamarse. Más que eso, tenía el corazón herido de nuevo.
—Hijo, por favor. Hablemos —pidió Aiden, tomando el brazo de Knox, cuando intentó alejarse—. No puedes seguir evadiendo tu responsabilidad. Eres el padre de Nikki. ¿No te llegaron los resultados?
Knox lo miró y confirmó que Isla tenía razón. Su padre había sido quien solicitara la prueba de ADN.
—No estoy en condiciones de hablar, papá. Lo haremos cuando esto mejore —respondió, señalando sus golpes—. Ahora puedes quedarte y hablar con Nova, solo hazme un favor.
—¿Cuál?
—No le menciones que mandaste a hacer una prueba de ADN —le pidió y, sin dar explicaciones, salió de la habitación.
Aiden se quedó quieto, sorprendido por la necedad de su hijo de negarse a la verdad. ¿O no le habían llegado los resultados?
—¡Espera, Knox! —gritó, saliendo de la habitaci