El llanto de Clau me estaba poniendo de los nervios mientras Charlie nos miraba ocasionalmente a través del retrovisor.
Barbie, por su parte, ya estaba trazando planes para una posible fuga de prisión, la tensión en el coche era palpable, y yo estaba tratando de mantener la calma, pero nada podía tranquilizarme del todo.
— Tenemos que meterlo en una bolsa negra y lanzarlo al río — sugirió Clau entre lágrimas.
Yo la miré de inmediato, ¿acaso estaba loca?
— Si él está muerto las tres la vamos a pasar muy mal — Dijo ella aún llorando.
Sus palabras hicieron que mi corazón diera un vuelco, yo odiaba a Domenic, pero no quería matarlo.
— Es mejor deshacernos del cuerpo — Nos dijo Clau.
— ¡Cómo puedes decir eso! — la regañé.
Yo estaba tratando de contener mi angustia y Clau solo lo empeoraba.
— ¿De dónde sacas todas esas cosas? — Le pregunto Charlie.
— Lo vi en un documental, es lo mejor, así no terminamos en la cárcel. ¡Yo no quiero ir! — se quejó Clau.
Su voz estaba temblorosa, se le nota