Esa tarde, los tres fuimos a la casa de Clau a ayudarla a cambiarse, teníamos que hacer de Clau una reina.
— ¿Y si no me cree? — Preguntó Clau mientras Charlie le terminaba de arreglar el vestido, un vestido rojo ceñido al cuerpo, estilo sirena con un escote recto.
— Te creerá, Domenic se cree un dios griego — Le dije.
— Y si que lo es, solo de imaginarme a ese hombre desnudo se me hace agua la boca — Dijo Charlie.
— Clau ya lo ha visto — Le dijo Barbie.
Charlie miró a Clau.
— Y yo que pensaba que eras la más santa del grupo, que guardado lo tenías — Le dijo.
Clau se puso roja.
— Fue por error, ni siquiera lo mire por tanto tiempo — se defendió.
— ¿Y entonces como sabes que su pene era tierno? — Le pregunto Barbie.
Yo puse los ojos en blanco, estos tres no se tomaban las cosas enserio.
— ¿Como mierda es un pene tierno? — Preguntó Charlie.
Yo interviene en la conversación, no quería volver a escuchar sobre eso.
— Es mi primo, y estoy aquí presente — Les recordé.
Los tres se quedaron en