16
Salí de la habitación de Caesar, bañada y con la camisa que le había quitado, él estaba en la cocina preparando algo que comer, yo me acerque, él me miró y me ofreció en su mano un poco de fruta de la que estaba picando, yo abrí la boca y el metió un pedazo de fresa picada.
— ¿Quieres comer esto o prefieres ir a un buffet? — Me preguntó.
Yo lo aparte y me puse frente al plato con la comida, él que estaba detrás de mi paso sus manos por mi vientre.
— Esto estará bien por el momento — Le respondí.
Empecé a comer la fruta que estaba en el plato.
Caesar puso su barbilla sobre mi hombro, yo voltee a mirarlo.
— Tus mejillas están rojas — Me dijo.
Yo le sonríe un poco y seguí masticando la fruta.
Caesar acercó su boca a mi mejilla y me la mordió.
Yo le di un empujón de inmediato, ¿acaso este tipo era un perro?
— Lo siento, tus mejillas se ven provocadoras — Me dijo.
Él agarro mi barbilla e hizo que levantara la cabeza.
— Seguramente debo tener tus dientes pintados en la mejilla — Me queje.