Renato como todas las noches, trepa al árbol y sube por el balcón hasta la habitación de Aitiana, pero al entrar en ella, se lleva una gran sorpresa, se encuentra a Aitiana haciendo el amor con Elian.

Se le rompe el corazón y se desmorona su mundo al ver a su amor en los brazos de otro hombre, su novia, a la que el ama con cuerpo y alma.

Al verlos no entiende cómo ella quien le juró amor eterno, lo engaña con su hermanastro.

Dolido con el alma destruida se marcha sin pedir ninguna explicación.

Elian quien lo observa por el reflejo del portaretrato, sonríe porque logró su objetivo que era separar a esta feliz pareja.

Luego se enfurece cuando Aitiana dice en un susurro, Renato te amo con toda mi alma.

El se pone más agresivo y le hace el amor con violencia hasta el amanecer.

Su propósito era embarazarla y casarse con ella y sus primeros objetivos ya los logró.

Mientras cenaban puso unas pastillas en su copa, luego se pasó desde su balcón a la habitación de ella y se metió en su cama cuando ella ya no estaba consciente, sino bajo el efecto de las pastillas.

Sabiendo que Renato era el novio de su hermanastra, no le importó y abusó de ella cuando estaba tan indefensa y vulnerable.  

Renato dolido baja del balcón, llega hasta su auto, sube y sale a toda velocidad del lugar, corre sin control, mientras las lágrimas bajan por sus mejillas sin parar.

Golpea con fuerza el volante y grita su nombre con mucho dolor en el pecho.

Llega hasta un bar y en el bebe sin control, tratando de apaciguar la presión y la angustia tan grande que siente en su cuerpo y alma, pero fue imposible, la imagen de su amor en brazos de otro hombre era insoportable, lo ahogaba  y se preguntaba porque, si siempre se juraron amor eterno.

Llorando bebe sin control hasta perder la conciencia.

Una mujer que ya lo había observado entrar en el lugar, decide acercarse.

— Hola bombón, quieres que te haga compañía esta noche.

— No, déjame en paz, quiero estar solo, le grita molesto.

Pero ella no se dio por vencida y se volvió a acercar a él cuando ya no tenía conciencia de sus actos.

Renato dentro de su inconsciencia le cuenta cómo descubrio a su mujer en brazos de otro hombre y ella aprovecha la vulnerabilidad del joven, está situación no la iba a desaprovechar y más al notar que es un joven de dinero, decide ayudarlo y se lo lleva a su departamento con la intención de aprovecharse de él, pero Renato estaba tan devastado y alcoholizado que se durmió en el auto.

Melek tuvo que arrastrarlo hasta su cama.

Aunque se esforzó por despertarlo, fue inútil y sus emociones se frustraron cuando él no reacciona a ninguna de sus movimientos, para poder lograr sus objetivos.

Desilusionada se duerme junto a él, esperando que al despertar pueda provocarlo y ser suya.

No quiere desaprovechar esta oportunidad de estar con un joven de dinero y con un plus extra que es muy atractivo y sexy.

Al día siguiente 

Aitiana se despierta, siente un aturdimiento en su cabeza, le pesan los ojos y siente un malestar en el estómago, pero su doctora ya le había informado que era normal el malestar en su estado.

Cuando abre sus ojos para besar a Renato se sobresalta y grita desesperada al encontrar en su cama a Elian, llorando lo despierta y le pregunta qué hace en su cama.

— Elian, ¿Qué haces aquí? ¿Quién te permitió entrar en mi cama? le pregunta desconsolada al descubrir que ambos estaban desnudos.

— Aitiana, mi amor, anoche pasé a consultarte algo y dijiste que te sentías muy mal y vos me pediste que me quedara con vos y luego me pediste que te hiciera el amor, que me amabas, que ya lo olvidaste, dice él mientras intenta abrazarla, pero ella se aleja, le tiembla el cuerpo, se tapa la boca.

— Vete, Elian de mi  habitación y nunca más vuelvas entra en ella, me oíste vete, grita desesperada, angustiada por la situación.

El sale de la habitación envuelto en la sábana y con su ropa en sus manos.

Al salir se encuentra en el pasillo con su madre y su padrastro, que cuando le observa se enfurece y le reclama.

— Elian, que has hecho, dice conteniendo las ganas de golpearlo, su esposa se interpone entre ellos.

— Fui a consultar algo con Aitiana y terminamos juntos, papá yo me quiero casar con ella, la amo desde niño, dice él mientras se justifica.

— ¿Qué dices? eso es absurdo, sabes que ella ama a Renato, dice su padrastro.

— Cariño, habla con ella, no te enfades con él, sin saber que sucedió, dice Irma.

El pasa por al lado de su esposa y entra en la habitación de Aitiana.

Elian se va a su habitación, su madre va detrás de él.

— Hijo, ¿Qué has hecho? pregunta sorprendida.

— Mamá, ahora debo ir a la empresa, tengo una reunión importante, luego hablamos, dijo Elian sonriendo.

— Dime paso algo entre ustedes, pregunta sonriendo.

— Mamá, me sorprende que dudes de mis habilidades, a mi nadie se me resiste, dice de manera arrogante.

— Muy bien hijo, la empresa y está fortuna tienen que ser de nosotros, buen trabajo me sorprendes, responde ella mientras besa su frente.

— Ve a consolarla, se comprensible con ella, dice sonriendo mientras entra en su baño.

Su madre sale de la habitación y entra en la de Aitiana y el panorama no era festivo como en la habitación de su hijo.

Ella lloraba y su padre estaba ofuscado mientras intentaba hablar con ella y ella se negaba.

— Papá por favor déjame, necesito hablar con Rena, quiero hablar con él urgente, te prometo que cuando vuelva hablamos, dice ella limpiando sus lágrimas. 

— Pero, mi amor respondeme esto y te dejo en paz, escúchame él te forzó, si es así yo me encargo, dice su padre y antes que ella pueda responder entra su madrastra.

— Mi amor que dices, que piensas de mi hijo, que es un monstruo, grita Irma furiosa.

Aitiana sabe que ellos van a transgiversar las cosas, los ignora y decide ir al baño a ducharse e ir al encuentro de Renato.

Está desesperada por hablar con él y explicarle que ella no quería pasar la noche con Elian.

Tenía una hermosa sorpresa para regalarle en  su cumpleaños, cuando ellos iban a anunciar juntos su relación, ella iba a confesarle con mucho amor a Renato que serán padres, pero el curso de las cosas están tomando otro rumbo totalmente diferente.