Soledad estaba muy impaciente, lo llama a Esteban, pensando que él está en la oficina, como él no oye el celular, porque se quedó en la habitación de Ulises. Hace otra llamada.
- Hola, Nadin ¿cómo estás?
- Soledad, qué alegría oírte, tanto tiempo.
- Sí, un gusto para mí también. Esteban está en la oficina.
- No, Soledad, hoy aún no llego.
Soledad, que es astuta, pregunta - Si me imagino, no está yendo estos días, está como loco.
- Sí, solo hablamos por teléfono con él. Soledad ya tenía la respuesta que necesitaba.
- Bueno, cuídate, te mando un abrazo. Ellas se despiden y cortan.
- Nana, Esteban no está yendo a la empresa. ¿Dónde están metidos estos dos? ¿Será que ya están con el bebé en algún lugar? Vuelve a llamar a Esteban y no se puede comunicar.
Llama a Renato y su celular está silenciado para no perturbar a Aitiana y con la crisis de ella tampoco lo sintió vibrar.
- Mi niña, cálmate, ya se van a comunicar contigo.
- Estoy tranquila, Nana, solo que a Esteban hoy lo cuelgo de sus b