62. Entonces llega la calma.
Narrada por Abby
Desayunábamos en la cocina, ella lucía de mucho mejor humor que en los últimos días, y eso me calmó, saber que quizás había logrado mi cometido, aunque sólo fuese por un momento.
¿Cómo llevas la búsqueda de universidades? – preguntó, haciéndome salir de mis pensamientos - ¿ha contestado alguna? –. Negué con la cabeza.
Aún es pronto – le dije, sonriendo. Dul me devolvió el gesto, bajando la cabeza entonces - ¿y tú? ¿has decidido dónde estudiarás el master?
Quería ir a Los Ángeles – declaró, confiándome sus planes, aunque ya los sabía, ya me los confesó con anterioridad. Supuse que quizás no se acordaba porque ambas estábamos borrachas aquel día – hay una muy buena universidad allí, quizás sería bueno para mí cambiar de aires.
¿podrías vivir en una ciudad tan peligrosa como Los Ángeles? – pregunté, divertida, haciéndola reír, al darse cuenta de que tenía razón – He oído que te han ofrecido una beca en Princeton, quizás deberías aceptarla y probar suerte allí.