Por Louise Connelly
Hoy estoy de lo más de feliz pues quedé con mi papito de salir y tener una tarde noche de padre e hija y eso me emociona, así que me estoy alistando con mi mejor outfit invernal, que me permita caminar por esta hermosa ciudad.
Anhelo, con todo mi corazón, que nuestra tarde sea un poco parecido al que tuve hace unos días con Shanny, obvio que se que es diferente un día de chicas a una tarde de padre e hija.
Ya son las seis de la tarde y me encuentro tan ansiosa esperando a mi papito que ya estoy contando hasta los segundos, cuando llega Shanny y me dice que si la quiero acompañar a su nuevo departamento, en ese momento le digo que estoy esperando a mi papito y ella me cuenta que le surgió algo de último minuto y que el no va a poder venir; la verdad me sentí un poco decepcionada y triste, tanto que una lágrima se me escapó por mi mejilla, pero en ese momento Shanny tan hermosa como siempre se puso a mi altura, me seco la lágrima y me dijo.
—Sé que te sientes triste