9. El corazón traidor

Después de mi encuentro con Tiffany ella desaparece, no vuelvo a verla y mucho menos escucho su nombre, Remy parece más distante después de lo que pasó. La tensión se ha convertido en un incendio contenido, cada roce accidental, cada mirada sostenida por mucho tiempo, es recordatorio de lo que no debió pasar; pero ambos deseamos.

Una gran tormenta se desata en la noche y corta la electricidad, todo la mansión queda a oscuras, un susto astros me llevo al ver como mi puerta se abre de momento, en la oscuridad no puedo distinguir quién es; pero su aroma es inconfundible.

Su respiración se encuentra agitada, el silencio pesa hasta que él rompe la distancia y me sostiene de los hombros con una mezcla de furia y necesidad.

—- “He intentado detener esto…pero no puedo cuando cada parte de mi quiere tenerte, poseerte y ser el único en tu vida florecita”

El beso que sigue no es como el primero, ya no es solo rabia, si no una confesión muda de lo que se desata en su interior, debería resistirme; pero sus manos me buscan, me atraen contra su pecho, entre la tormenta afuera y la tormenta dentro de mi, pasa lo inevitable.

Sus manos son rápidas, mi camisón deja el acceso más rápido, sus manos recorren mis muslos y llegan a mi intimidad sus dedos rozan mi entrada y yo me estremezco ante su toque.

—- ¡Estás tan mojada, lista para mí!!

Introduce un dedo, un segundo de dedo comienza a meterlos y sacarlos lento, lento, rápido, rápido mi cerebro se nubla solo me muevo al ritmo de sus dedos me estoy comiendo sus dedos con desesperación.

Con un solo movimiento quedó montada sobre él, su enorme polla, roza mi entrepierna y yo me abro para él para darle acceso total. De una sola estocada se hunde lo araño, su espalda queda marcada con mis dedos y él se mantiene inmóvil mientras me adapto a su enorme tamaño.

—- “Comenzaré a moverme”--- me dijo con su voz grave y profunda

— “¡Ah, si, ah" dame más, más duro” si, si —- solo salía monosílabos de mi garganta mi cerebro se había apagado

Fue brusco, salvaje y muy pasional, mis piernas temblaban cada vez que aumentaba el ritmo, mis nalgas rebotaban de su pelvis, cada vez con más furia y salvajismo.

Por primera vez no hay cadenas, no hay órdenes, ni amenazas solo. Piel contra piel, deseo contra deseo y aunque ambos sabemos que está intimidad está manchada por la obsesión, también sabemos lo adictiva y peligrosa que puede ser.

[Remy]

Cuando la mañana llega y la luz se cuela por la ventana ilumina su hermoso rostro, su lindo cabello negro risado, su piel morena y esos hermosos labios gruesos, es una belleza sin igual y es solo mía y matare a todo aquel que se atreva a tocarla.

La amenaza que lleva días sobre la mansión, finalmente se materializa. Una distracción perfectamente calculada deja a los guardias fuera de su puesto y en cuestión de minutos el enemigo ataca.

El caos estalla: disparos, cristales rotos, órdenes gritadas en la oscuridad. Ella es el objetivo, la tomó de la mano y la arrastró hasta el baño, la confusión y el miedo se refleja en su rostro.

—- Vístete y quédate aquí alguien logró derribar las defensas de la mansión

—- No, por favor Remy no me dejes, tengo miedo, no quiero que te pase nada.

Esas palabras atraviesan mi frío corazón, verla así de preocupada por mi, me hace sentir poderoso ya es mía aunque ella aún no lo sepa. Pero debo salir, estar escondido no es mi lema, quién me ataca y me traiciona no vive para contarlo.

La dejó encerrada y salgo a defender mi hogar, a mi mujer nadie la tocará.

[Rebecca]

Remy me deja en el baño, estoy tan asustada cada estruendo y gritos hace que la piel se me erize soy el objetivo; pero porque para hacerle daño a él. Voces se escuchan en la habitación, el sudor recorre mi frente y mi corazón late tan rápido que se saldrá de mi pecho.

La puerta del baño se abre y doy un grito ahogado.

—- ¡Auxilio!!!

Unas grandes manos, me arrastran afuera del baño, luchó con todas mis fuerzas, me jalo y pataleo al hombre que sostiene mis pies; pero mi resistencia es poco contra la violencia de aquellos hombres que me quieren llevar.

El aparece para detenerlos en medio del fuego cruzado, su figura imponente teñida de furia, mata sin pestañear, como un demonio reclamando lo que es suyo. Pero ellos juegan su carta final, me sueltan y sin pensarlo corrí hacia a el.

Un disparo rompe el aire, un abrazo, un grito y un charco de sangre queda en medio de la habitación una bala que iba dirigida para mí, le ha dado a Remy el sea interpuesto en su camino.

—-- ¡Noooo!!! Por favor no, resiste no te mueras, por favor no me dejes levántate por favor, por favor.

—- “Lo siento, está vez no puedo ser tu héroe”

—- ¡Tonto yo no mecesito un héroe, tenecesito a ti, por favor no me dejes, Remy no te duermas maldita sea, despierta, despierta !!!!

Unas fuertes manos me alejan de él, mientras lo levantan para llevarlo a su oficina, trato de ir; pero me inmoviliza

—- ¡No, quédate aquí!

—- Gino, yo ….

Me derrumbó mi vestido y mis manos están teñida de sangre, esa bala era para mí y el me salvo poniendo en riesgo su vida si algo le pasa, no podré salir sin el.

Debería estar feliz si él muere yo seré libre; pero yo no quiero ser libre, no quiero perderlo, mi corazón duele una parte de mi está con el. La espera me está matando lentamente si el se muere no habrá jaula, ni libertad nada tendrá sentido en este mundo sin el.

Un par de horas después Gamboa el doctor de cabecera de Remy sale, su cabello canoso es muestra que ya está en la 3 etapa de su vida, su discípulo camina detrás de él.

—- ¿Cómo está?

Es una pregunta simple qué fórmula Luca; pero tiene mucho significado, el doctor no responde el silencio me está matando, a caso el… Mis pensamientos me traicionan y los ojos se me llenan de lágrimas de solo pensar que él ya no esté.

—- Fue difícil; pero he logrado salvarlo —- dice tras un suspiro

Una celebración silencio se lleva a cabo, al enterarnos que está vivo

—- El “ Diablo" es inmortal — Grita Marcus

yo puedo volver a respirar, es tonto estar feliz porque tú verdugo, tu dueño se haya salvado de las garras de la muerte.

Los días de recuperación se vuelve un secreto a voces dentro de la mansión, todos saben que soy la única que entra y sale de su habitación, la única que lo toca, la única que escucha su voz debilitada. Y aunque nadie lo dice en voz alta, todos entienden: Que ahora yo soy la debilidad del “ diablo"

Marcus, uno de sus hombres más leales, se atreve a advertirle.

—- Ella es tu punto ciego, el enemigo lo sabrá tarde o temprano —. Pero la respuesta de él es un rugido de furia

—- “Que lo intente. No habrá hombre que respire si logran ponerle un dedo encima a ella”

Escucho esa amenaza y aunque mi corazón late con fuerza. También siente miedo; porque esa obsesión que tiene hacia mi me protege, también me convierte en blanco.

Esa misma noche mientras lo estoy cuidando, una carta es deslizada bajo la puerta,a un que reaccionó rápido y abro la puerta no logro ver a nadie en el pasillo, con temor, mis manos tiemblan ante la carta que sostengo, un frío recorre mi espalda y el miedo se apodera de mi.

“ Sabemos lo que eres para él y lo usaremos en su contra”

El papel tiembla en mi mano y las lágrimas se deslizan por mi mejilla, la jaula en que vivo ya no es solo una prisión, si no un faro que me expone a todos los que quieren derribarlo.

- ¿Qué sucede?--- Me dice preocupado

—- No es nada, tranquilo—- le respondo con voz temblorosa 

Pero el me conoce mejor que nadie, me observa con esa mirada acusadora, llena de preguntas sabe que le escondo algo odio que sepa tanto sobre mi, que sea ante sus ojos tan predecible.

—-- ¡Entregarme esa carta. ¡Florecita! — Su voz autoritaria me estremece hasta los huesos.

Cuando le entregó la carta, su reacción es tan brutal como inevitable: refuerza la seguridad  de la mansión, interroga a sus propios hombres y con una calma escalofriante promete.

—- “No tendrás que temerle al mundo…porque el mundo temerá por ti”

Sus heridas y su estado no le importo a la hora de protegerme, dejo de lado la seguridad de su salud por mi. Entonces comprendo que amar al monstruo me convirtió en el arma perfecta para sus enemigos… y en la obsesión definitiva de el.