Tras varios minutos metiéndole la cabeza en el excusado, Diablo le sacó el rostro para que respirara. En medio de la tos, el negro pudo llenar sus pulmones de aire y aliviar su sensación de asfixia por algunos momentos.
—Pedazo de %*&#!, maldito mono africano —le dijo Diablo sin dejar de sostenerle el rizado cabello— ahora dime, ¿Dónde es que los Chacales tienen a mi novia?—No sé… no sé nada…Ante esta respuesta, Diablo le volvió a introducir la cara en el inodoro mientras Jack y el quinto biker le propinaban patadas en las costillas y los testículos. Diablo le sacó la cara del agua de nuevo.Los gritos de la negra Shaminna no dejaban duda de lo que Venom y Jeff le estaban haciendo.
—¡Déjenla en paz! ¡Ella no sabe nada!—¡Cállate hijo de perra macaco! ¡Dime lo q