Jennifer Stone
Paso horas con mi hijo en la cocina y para relajarme un poco me pongo a cocinar, cocinar me relaja un poco, estoy muy nerviosa Samir me dio veinticuatro horas para que pensara lo que voy a responder.
—Si me hubiese dicho eso en otro momento acepto sin pensarlo, pero ahora no solo pienso en mí, si esa vieja le hace un menosprecio a mi hijo, no podre controlarme, voy a arrancarle todos los pelos de la cabeza.
A la hora de la cena, tengo comida como para veinte personas y acá solo estamos cuatro en este momento, cuando Samir baja sonríe al vernos en la mesa.
—Buenas noches. — Saluda y le da un beso a Oliver en la mejilla, sentándose a su lado.
— ¿Cómo estás?— Le pregunta a mi hijo que sonríe a mi lado.
—Bien. — Le responde y le devuelve el beso, Oliver no se da con muchas personas pero apenas conoció a su padre sabía que podía confiar en él.
—Me alegro, vamos a comer y luego te muestro tu habitación. — Le Informa Samir sentándose a comer.
—Está bien. — Susurra mi h