CAPÍTULO 47
—Siempre fuiste tan bella… —Clara miró a Sibel, que estaba en estado de conmoción—. Tu madre era… igual a ti… a pesar de estar desgastada, herida… queriendo morir… ella era tan hermosa… Eres igual a ella, por eso Armand, de alguna forma te ama tanto… por eso… eres su ser especial…

Sibel tuvo que levantarse para tomar el aire. Su estómago estaba revuelto, pero su corazón… era como si se lo hubiesen desgarrado, pedazo por pedazo.

Le dolió el rostro, el cuerpo, y todos sus sentidos se concentraron en una sola cosa.

Su madre no la amó ni la deseó, eso sumado a que su propio padre, la había usado imponiéndole un amor, que ella misma no sintió.

¿Y Iván?

Ella tuvo que morderse los dedos ante la ansiedad apremiante que la invadió, le faltaba el aire, y quería volverse loca.

Su madre era la misma que había criado a Iván, y… él lo sabía. Lo supo todo este tiempo cada vez que la hizo suya, cada vez que la miró.

—¿Sibel? Nunca sentí repudiarte… yo siempre te quise, sin embargo, sabía q
Maria Pulido

Este capítulo es dedicado a IHdez, muchas gracias por tu apoyo, cariño.

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