El CEO salió con una vianda de frutas con yogurt de la compañía Ferreira, subió a su costoso auto y manejó hasta la compañía de la familia Ballesteros, los empleados no lo perdían de vista, su traje, su porte, su extremo atractivo, y la vianda en su mano
La recepcionista no se atrevió a detenerlo, ese hombre era demasiado imponente, su fría mirada la paralizó, Danilo iba de un humor muy oscuro
En la oficina Ramsés y Violeta revisaban unas cláusulas
— Violeta, estás aprendiendo demasiado rápido los procedimientos de la empresa, te felicito, estoy seguro que en poco tiempo podré soltarte para que tú sola te entiendas con los socios
— Eso es gracias a qué me has enseñado muy bien, te agradezco que seas tan paciente conmigo — Violeta sin pensarlo demasiado puso su mano en el brazo del CEO, su relación laboral era tan fácil de llevar
Danilo entro a la oficina sin avisar en ese momento, la secretaria había bajado al departamento de contaduría a llevar unos cheques ya firmados, sus verdes o