Apenas llegamos a casa mi madre me arrastro dentro, yo sabia muy bien lo que vendría después, y si, me dolía saber que por defender a mi familia iba a ser castigada, pero lo haría mil veces más.
— eres una vergüenza para mi — me grito mientras me golpeaba, yo me tape la cara con ambos brazos.
— ¿cómo pudiste hacer eso, acaso eres una inconsciente? — me pregunto con furia.
Madre me agarro del cabello y yo baje ambos brazos.
— esto me dolerá mas a mi que a ti, pero tu necesitas aprender una enorme lección — me dijo.
Yo la mire a los ojos desafiante, aunque me moría del miedo.
— llévenla al cuarto — ordenó mi madre.
Mis dos hermanos se acercaron a mi y me agarraron uno de cada brazo, yo empecé a luchar con ellos, pero mi lucha era inútil.
— ¡solo quería defenderlos! — les dije casi gritando.
Mi hermano Benjamín me miro con algo de pena, de los dos él era el más bueno conmigo.
— no debiste hacer algo así — me dijo el mirándome.
Mis hermanos me metieron a la habitación, después me dejaron