En la foto, Diego abraza a Isabela mientras el fotógrafo busca el ángulo perfecto.
Camila envía los mensajes con calma, sin prisa.
"Yo tomé esta foto, el fotógrafo de las fotos de boda lo contraté yo."
"Después, Isabela me mandó un mensaje de agradecimiento, diciendo que gracias a mí, las fotos salieron preciosas."
"Diego, ¿seguro quieres que siga enviando pruebas?"
La conversación se detiene con esos tres mensajes.
Todas las bocas hábiles parecen haber sido selladas de golpe.
Después de un largo silencio, Diego finalmente responde:
"Camila, no tienes la culpa, fui yo quien la decepcionó."
Camila lo observa con frialdad.
Los arrepentimientos tardíos, cuando se han visto demasiado, solo provocan repulsión.
Sin preocuparse por las reacciones de los demás, Camila sale del grupo.
—Sácame también a mí, que esto es de dos.
Mira a Ramiro y saca su cuenta también.
Deja el teléfono a un lado; en su lugar, están las manos de Ramiro.
Dedos entrelazados, y en su ceño se dibuja una sonrisa suave.
E