Capítulo 995
—Aurorita, por fin bajas a verme.

Miré de reojo las marcas en la puerta y me reí con sarcasmo:

—Papá, esta vieja casa es herencia de los Cardot desde nuestros antepasados y hoy casi tiras la puerta. ¿Cómo crees que mi abuelo va a descansar en paz cuando vea esto desde el más allá?

—¡Pff! —mi padre se molestó.

—Aurorita, al final de cuentas soy tu papá. ¿En serio quieres humillarme así? Solo estoy pasando por un mal momento, no significa que no me pueda recuperar. Cuando haga dinero otra vez, voy a recuperar esta casa.

Le respondí con fastidio:

—No sueñes. Ve al grano, ¿a qué viniste?

Ante mi pregunta, mi padre puso una cara de lástima.

—Aurorita, ¿me podrías prestar algo de dinero?

Yo respondí entre risas:

—No. Si quieres dinero, pídeselo a Carlos y a Camila. No se te olvide que cuando me ayudaste a encubrir sus mentiras hace cuatro años, dejaste de ser mi papá. Así que no vengas a pedirme dinero.

—Fue porque no me quedaba de otra…

Sentí que el corazón me daba un vuelco y apreté el tel
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App