Javier se quedó pensando un momento y luego sonrió.
—No la conozco, ¿por qué?
—Bruno dijo que Mayi fue su compañera en la universidad. Pensé que como tú eres su amigo, también la conocerías.
—No, no la conozco —aseguró Javier, y añadió entre risas— Bruno es muy bueno en lo que hace, así que siempre ha estado rodeado de compañeras que lo admiran. Yo nunca me fijé en eso, tal vez la he visto por ahí, pero no recuerdo a nadie que se llame así.
Hizo una pausa y me preguntó:
—¿Y por qué quieres saber, Aurora?
Le conté todo, de principio a fin.
Javier se quedó callado un buen rato antes de preguntar, con voz seria:
—¿Y cómo sigue tu mamá?
—Por ahora está bien, pero el médico dijo en la última cita que solo le quedaban seis meses de vida. Si para entonces no hay un riñón compatible para hacerle el trasplante, podría entrar en fallo renal. Por eso quería saber bien qué clase de persona es Bruno. Al final, se trata de la vida de mi mamá y tengo que ser muy cuidadosa. En realidad, no es que este