Ahora es Michael el que no para de llamar, y seguro después lo hará Mateo. Y como me fui sin decir nada, capaz se vuelve loco y me echa tremendo sermón.
Lo único que quiero ahora es cortar todo lazo con el pasado y vivir tranquila, sin inquietudes.
Así que este número tenía que desaparecer.
Me fui hasta la calle, tomé un taxi y fui directo al centro de atención. Pedí una nueva tarjeta SIM y cancelé la anterior.
Después de poner la nueva, lo primero que hice fue llamar a mi hermano. Le avisé que cambié de número y le pedí que no se lo pasara a nadie.
Se rio, dijo que yo andaba demasiado misteriosa, pero no le conté más.
Luego llamé a Valerie.
Ella ya sabía lo que había pasado entre Mateo y yo, así que le conté rápido cómo estaba y qué pensaba hacer. Estuvo totalmente de acuerdo con que me alejara.
Después me preguntó dónde estaba. Le pasé la dirección y me senté a esperar en una tiendita de la calle.
A mis papás no les conté nada. La verdad, le tengo miedo a mi papá. Él está convencido