—¿Pero si es Javier, no?
—Escuché algo… dicen que va a casarse con la exesposa de Mateo.
—¿Ah? ¿En serio? ¿Eso no es… quitarle la esposa a Mateo? ¿Y él lo tolera?
Apenas Javier terminó de hablar, todos en el público empezaron a murmurar.
Algunas miradas extrañas cayeron sobre mí.
Yo no sabía por qué Javier tenía que montar semejante escena.
¿Era para que Mateo lo viera? ¿Para provocarlo?
Entonces Javier me miró con una ternura tan intensa que casi parecía exagerada.
Alzó la voz:
—Dentro de cuatro días, el último día del mes, celebraré con Aurora una boda que será recordada por años. Quiero obtener sus bendiciones, y aprovecho esta ocasión para invitarlos sinceramente a todos. También espero recibir un poco de la buena fortuna del señor Weston Moulin, y que dentro de muchos años yo también pueda celebrar con Aurora un aniversario como este.
¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!
Un aplauso repentino retumbó en el silencio.
Giré la cabeza.
Quien aplaudía era Jeison, con una sonrisa descarada y casi provocadora.