¿Así de fácil aceptaba?
Tal vez creyó que yo no le creía, porque enseguida añadió, serio:
—Henry está aquí escuchando. Yo cumplo mi palabra. Si digo que te voy a ayudar, te voy a ayudar. ¿Qué diablos estás tramando? Dilo de una vez. Y si te atreves a seguir vendiendo misterio, créeme que vuelvo solo para matarte a ti y a Mateo.
Sonreí un poco.
Si se tratara de un enfrentamiento directo, sin trucos, yo no creía que Mateo fuera a perder contra él. Yo solo había hecho esa "transacción" para asegurar al cien por ciento la seguridad de todos y garantizar que Alan pudiera salir sin problemas. Pero él en serio pensaba que Mateo le tenía miedo.
Reprimiendo lo que pensaba, respondí con emoción fingida:
—Señor Dupuis, ¿d-de verdad? ¿De verdad está dispuesto a ayudarme?
—¡Ja! —Waylon se rio con sarcasmo—. ¿Vas a seguir con tu numerito? Te doy un consejo: háblame serio.
Henry se rio al lado.
Me froté la nariz, algo incómoda. Quizá mi actuación había sido demasiado obvia.
Me aclaré la garganta y em