Le dije:
—El señor Dupuis solo quiere llevarme a Valkitlaz para separarme de Mateo y hacerlo sufrir.
Waylon asintió, tranquilo.
Le hablé, seria:
—Tengo un plan... que va a hacer que Mateo sufra aún más. ¿Te interesa saberlo?
Waylon se sentó derecho de inmediato, se le notó el interés.
No solo Waylon. Henry se quitó la revista de la cara y me miró con curiosidad.
Waylon me preguntó:
—¿Qué plan?
—Por ahora no puedo decirlo —me lo guardé a propósito para despertar su curiosidad—. Pero si aceptas hacer este trato conmigo, entonces vas a poder ver a Mateo hundirse en el dolor y la desesperación.
—¡Ja, ja! —Waylon se rio con desprecio—. ¿Me engañas? ¿Qué plan podrías tener para hacer sufrir a ese hombre? Además, tú estás loca de amor por él. ¿Cómo podrías renunciar a él?
—¡Claro que no podría renunciar! —respondí firme.
Solo pensé en lo que podríamos haber sido. Una vida tranquila y feliz que ustedes nos arrebataron. Esa idea me llenó de rabia.
Lo miré seria y le dije con sarcasmo:
—No fue p