Se me bajó un poco el ánimo.
Parecía que todo se complicaba más y más.
Con Waylon ya era suficiente problema. Entonces aparecía Henry, de origen tan incierto.
Si Camila de verdad tiene a Henry como respaldo, esto se pone peor.
Porque si ni Waylon puede con él, ¿cómo vamos a poder nosotros?
En eso, Camila se le pegó a Henry, melosa, llamándolo con una voz empalagosa:
—Henry, Henry...
Su tono era tan afectado que me puso la piel de gallina.
Miré a Mateo por instinto para ver su reacción, pero sus ojos oscuros estaban fijos en mí, ni un atisbo de atención para Camila.
En cambio, Waylon, junto a Henry, se molestó y le dijo a Camila, con desprecio:
—Casi lo olvido, dije que te haría sufrir la muerte más cruel posible.
Luego volteó, listo para irse contra ella.
Camila gritó, asustada, y le agarró la mano a Henry.
Henry la apartó, molesto, pero detuvo a Waylon con un gesto.
Waylon la miró y le hizo una pregunta burlona:
—¿En serio te enamoraste de semejante cosa?
—Imposible —dijo Henry, con d