17.
Ahora estábamos en nuestras famosas vacaciones de mitad de año, me parecen excesivamente largas, aunque mejor para mí porque así no veo a esa gente tan desagradable. Normalmente me dedico a leer, a ir a la biblioteca y a los museos estos días, pero ahora que estoy con Leandro, debo aprovechar el tiempo con él.
Me levanté a las ocho y media, bajé a desayunar. María estaba sirviendo el desayuno junto a Sonia, vi a un chico que estaba hablando con ellas, era trigueño, tiene el cabello negro y los ojos verdes, se ve que se ejercita bastante seguido. Entré a la cocina y miré a María fijamente, para que notara mi incomodidad al ver a un extraño en nuestra cocina.
- Leandro, que bueno que te levantaste. Te quería presentar a Rubén, es el nuevo jardinero.
- Hola. – Dijo mientras bebía café. – Te he visto en tu escuela, trabajé un par de días ahí.
- ¿Ah sí? – Dije y noté que él hablaba bastante parecido a Leandro. -
¿De dónde eres?
- Nací en Bogotá, pero viví toda mi vida en Leticia, hasta el