Dos chicos jóvenes, dos mundos diferentes, un solo amor. En barranquilla las cosas se te pueden tornar las cosas muy difíciles si llegas a formar parte de la familia más acaudalada de la costa, y más no siendo un hijo legítimo. Este chico fue la lucha interna para Cristóbal, un joven sin ganas, grosero y que no le encuentra un sentido a la vida hasta que se ve atraído por nada más y nada menos que su hermanastro que llegó hace poco a vivir con ellos. Leandro, un chico dulce y decidido. En esta historia verás lo mágico que es encontrar el amor, por muy duro que sea y aferrarse a él. Encontrarás escenas divertidas, eróticas y, sobre todo, románticas.
Ler maisDudo de cuando escucho decir a la gente que el tiempo lo cura todo, esto no puede ser cierto. En mi caso no era así, mis heridas nunca terminaron de sanar por algún motivo. Miré la sortija en mi mano y la arrojé por la ventana, eso era una farsa, todos estos últimos años de mi vida lo han sido. Me acuesto en la cama, perdido en mis pensamientos. Esta noche no he podido cerrar los ojos ni un segundo y menos hace unos instantes, ya que Iris me llamó demandando cada vez más de mí, y no sé qué hacer o cómo decirle las cosas. Tantos años sin pisar esa casa y con tan solo un par de horas que estuve ahí, volví a devastarme igual que antes, es que parece que esto nunca voy a poder superarlo. Odio esta vida, si es que a esto se le puede llamar de así. Me voy a remontar a los años en que mi vida tuvo un gran cambio, lo que me hizo ser lo que soy ahora y también la época más feliz de todas, los inicios del gran amor de mi vida que casi acaba con ella.
Cinco años antes.
Camino hacia la tienda por unas dos o tres cervezas, lo hago sin que papá lo note o va a empezar a fastidiarme. Voy a contarles quién rayos soy.Mi nombre es Cristóbal Bustamante, hijo de Pedro Bustamante. Un empresario muy conocido en Barranquilla. Él es mi modelo a seguir, cuando sea mayor quiero ser como él ya que es una persona admirable, tiene sus propios negocios, está felizmente casado con mi madre y lleva una vida ejemplar. Eso es lo que quiero para mí, llegar a cierta edad y encontrar una pareja para toda la vida. Lo único malo de él es que tiene un extraño sentido del humor, le divierte insultarme y no solo a mí, a cualquiera.Físicamente soy alto, mido alrededor de 1,80, tengo piel blanca, cabello negro y cejas gruesas, esto heredado de papá, aunque él lo usa bastante corto y yo tengo el mismo corte desde que tenía doce años, ni tan largo, ni tan corto, cae hasta mis cejas y es un poco más largo atrás. No sé si me veo bien o soy horrendo, no me puedo clasificar.Mis compañeras de clase dicen que soy de los más guapos del instituto, pero cada vez que me veo en el espejo, me espanto. Cumpliría dieciséis en un par de meses.Estudiaba en una de las mejores escuelas de la ciudad, aunque no me sentía muy cómodo en esta, las personas allí eran demasiado superficiales, incapaces de mantener una conversación de algún tema profundo, solo sabían hablar de fiestas, licor o internet, todo esto es una m****a. La sola idea de pasar el tiempo en fiestas me parecía muy infructuoso, una manera muy vana de desperdiciar mi vida. Me pasaba todos los fines de semana leyendo libros o viendo alguna serie, muy poco salía, cosa que mamá reprochaba. Ella no es mi madre, es mi madrastra, pero la quiero y considero como tal. A Fernanda nunca la conocí, vive en España con una de sus hermanas y nunca se hizo cargo de mí, por eso nunca la llamé mamá. Mi mamá es Julia y siempre será así.Julia, tiene un hijo biológico un par de meses menor que yo al que no he podido conocer, vive con su ex pareja en el amazonas, ahí es donde está la selva colombiana, no sé qué se sentirá vivir de esa manera, debe ser muy interesante.Va a venir a estudiar acá por petición de mama, él nunca había querido venir y no sé cómo logró convencerlo.Para la última semana de enero, papá me puso a armar una cama en la habitación de al lado, ahí iba a dormir mi hermanastro. Me hizo botar muchas cosas que me gustaban para hacer espacio para lo que Leandro pudiera traer, eso me molestó. Ahí guardaba parte de mis libros, porque tengo muchos, comics de colección y muchas pinturas que hago.-Deja de quejarte, pareces un idiota. -Me dijo papá, no era justo que me hiciera botar las cosas que he guardado por años, no estaba en contra de que Leandro viniera, pero no debía botarme nada.- No me llames idiota, me irrita cuando lo haces. -Bufé. Soy un poco malgeniado o bueno, bastante en realidad, he tratado de responder bien cuando me hablan, pero se me dificulta bastante. A papá lo respeto, pero siempre está llamándome idiota, imbécil o retardado, sé que lo hace en broma, pero no soporto eso. No tengo mucho sentido del humor y menos socializo con la gente.-Espero que te lleves bien con Leandro, no le respondas mal a él. Puede que sea tu única oportunidad para tener un amigo, no la desperdicies por favor.-Me da igual, no lo voy a gritar si eso piensas papá, pero no esperes que me lleve de maravillas con él, nunca lo he visto en mi vida.Luego de un rato, terminamos de acomodar todo porque en la mañana llegaría Leandro, papá me dijo que lo fuera a recoger al aeropuerto en su auto, pero no lo iba a hacer de ninguna manera, ni que fuera el presidente para tener que salir corriendo tras él. Aunque tampoco lo haría por él. El presidente de mi país es una b****a, literalmente b****a, le debe dar vergüenza hasta mirarse en el espejo. Cada vez que él sale en televisión me da dolor en los testículos. Si pudiera ir hasta el palacio de Nariño ahora mismo, iría y me cagaría en toda la puerta.- Oye, ¿cómo es que no puedes apurarte? Perderemos la ruta y no podremos irnos. – Le grité a Leandro mientras él se demoraba una eternidad en salir de la ducha. Yo me peinaba en el lavabo mientras lo esperaba.- Cínico, me bañaría más rápido si no hubiéramos tenido tanta actividad anoche, ¡me duele hasta él alma! – Me dijo riéndose y me sonrojé recordando las cosas que hicimos en la noche, me sentía hasta agotado después de eso, era increíble las ganas que me daban apenas lo veía.- Retiraré lo dicho.Después de lo que me pareció veinte años, por fin logramos salir. Logré convencerlo de que se mudara conmigo. Es que esto de venir a visitarlo los fines de semana no me basta, es muy difícil no verlo todos los días, lo necesito a mi lado.Desde que volvimos aquel día, no nos pudimos separar. Nos tocó mantener una relación a distancia por un año entero en que hice la maestría y trabajé al mismo tiempo en los negocios de papá. No me gustaba que pasáramos tan poco tiempo juntos, pero Leandr
Preparé todo para ir exactamente en dos semanas a Santa marta, queda a unas dos horas de barranquilla, así que no será muy difícil ir. Antes, me tocó reunirme con muchas personas, socios de papá, ver cómo es que funciona todo. De hecho, salí hasta en el periódico, papá anunció públicamente que sería su sucesor y esto fue una gran noticia para los medios, no sabía que él había llegado a ser tan reconocido a nivel nacional.No quería esperar tanto para ir a verlo, pero debía hacer muchas cosas. Me tocaba ponerme al día en todo, me costó retener tanta información en tan poco tiempo, pero creo que podría lograrlo.Había varios contadores que trabajaban para papá y con todos debía reunirme, además de otras personas.Como nunca, compré ropa y no para trabajar, sino para cuando fuera a ver a Leandro. Pensé mil veces que le diría, cómo lo diría, en cómo reaccionaría al verme. Estaba tan impaciente.Llegó el día de viajar, era sábado, no pude dormir ni un minuto la noche anterior, tenía muchos
Pasaron un par de horas y no me dejaban irme, eran cerca de las once y cada vez que decía que me tenía que ir, inventaban algo, como darme un postre, hablar de algo o lo que sea. Me fui un rato después. No pude dormir, pensé toda la noche en lo que me contó María y no pude dejar de imaginar cómo fue todo para él. Mi cabeza daba vueltas y todo llegaba a la misma conclusión, en verdad estar con Iris era un error.Cerca de las cinco de mañana Iris me llamó, estaba alterada y no dejaba de gritarme porque no le había hablado en un día entero. Intentaba hablar normal con ella, pero ni me dejaba responder casi, así que de la forma más sutil que pude, le dije que no iba a seguir con ella. Me envió numerosos mensajes de texto después, ya me imaginaba la clase de insultos que dirían, así que no los leí, luego que estuviera de mejor ánimo lo haría.Luego papá me llamó a las siete, me dijo que había algo que debía consultarme. Parecía ser algo muy serio así que le dije que podía venir a mi aparta
Comencé a trabajar en la universidad una vez que me gradué tres años después, me fue bien y por esto quedé cuando presenté el examen para ser docente. No puedo decir que mi vida era mala, tenía un buen puesto, vivía en un vecindario agradable, tenía amigos y me había comprometido con Iris. Ya sé, se deben estar preguntando como llegué a esto.Tenía mucha presión social encima, por un lado, estaban sus papás. Dos personas muy conservadoras, católicos clásicos que pensaban que ya era hora de casarnos, no dejaban de hablar de esto ni ellos ni sus demás familiares cada vez que íbamos a una de las reuniones que hacían los domingos. Por otro lado, estaban nuestros amigos, quienes también no dejaban de hablar de esto y cedí ante tanta presión. Lejos de ser esto algo satisfactorio para mí, no lo era, me sentía incompleto, vacío. Creo que este es mi destino, no puedo luchar contra ello.Iris es una mujer con un carácter fuerte, es decidida, inteligente y cuando no le gusta algo no duda en hace
Pasó un mes completo desde que él se fue y aún mi papá no me hablaba. Sólo lo hizo hace un par de días que me dijo que encontró una escuela que me iba a recibir en Londres, de esas en las que uno vive propiamente en las instalaciones. Traté de oponerme como fuera, no quería irme. Tenía la esperanza de que podría escapar e irme a buscarlo, pero todos mis esfuerzos fueron inútiles. Es cierto cuando dicen que el dinero lo puede todo y más en mi caso. Había tres tipos que me seguían a todas partes y alguien me vigilaba adentro de la casa.Papá preparó todos los trámites legales y tan sólo un mes y medio después de que se fuera Leandro, me envió al extranjero para asegurarse de que no lo volviera a ver nunca. Antes de irme, me dijo que me quería ver casado con una buena mujer cuando regresara, jamás iba a darle ese gusto.El vuelo fue agotador, muy largo y viajé nervioso todo el tiempo.¿Quién no lo estaría sabiendo que volé varias horas sobre el pleno océano de noche? Si el avión hubiera
Al día siguiente salí muy temprano a terminar la tutoría que estaba haciendo, le dije a Leandro que me esperara a las cuatro de la tarde en la casa para que saliéramos. Estaba muy aburrido en la escuela, hacía mucho frío en el comedor y el almuerzo estaba igual, solo quería que llegara rápido la tarde para ir a verlo. Quise enviarle un mensaje de texto o algo, pero él no tiene teléfono, debo darle uno.Pasaron un par de horas y al fin terminó mi tutoría, ya podría estar en paz. Salí a las dos y media de la escuela, pasé por un centro comercial y le compré un teléfono muy bonito, espero que le guste.Llegué a la casa, dejé estacionada la moto en el garaje. Entré y fui a la cocina, tenía mucha sed. Abrí la nevera y en ese momento, sentí que me agarraron por detrás, me empujaron y caí bocabajo en el suelo.¿Qué demonios pasaba? Me puse de pie alterado y giré para ver quién me había empujado. Fue papá.- Papá, enloqueciste por … - Me interrumpió dándome un fuerte golpe en la cara, caí en
Último capítulo