Capítulo 27 En ese tiempo, él confió en la persona equivocada.
Con sus uñas perfectamente cuidadas, Marta apretaba fuertemente sus manos.
—Tu mamá todavía tiene que darme el dinero de regalo.
Era una frase con doble sentido: le estaba recordando a Noel que no la hiciera quedar en ridículo.
Quería esa boda, y la dignidad que debía tener, también.
No podía perder contra Raina de una forma tan humillante. Aunque sabía que ya no podría superarla, porque Iván era un hombre que eclipsaba al que fuera que se le pusiera en frente.
De Iván se decía que no se acercaba a las mujeres, incluso corría el rumor de que jamás se casaría. Sin embargo, dio ese paso y, para colmo, con la que ella menos podía aceptar.
Noel miraba a esa mujer de cara bonita que soltaba las palabras más crueles, y entendió que había estado ciego al creerla pura y buena. Peor aún, se arrepintió de haberla usado para vengarse, lo que le costó perder a la mujer que más había amado.
—Está bien —dijo Noel, comprendiendo el propósito de Marta, pero aceptando igual.
Ella quería este matrimonio