Estación Cuatro. Distrito Doce. Año 1603
Jayden Hendrix.
Es un día perfecto. La luz suave de la mañana se filtra a través de los ventanales del castillo, inundando los pasillos con una calidez reconfortante. Camino despreocupado, sintiendo el aire fresco de invierno que se cuela por las ventanas. Los aromas de la nieve recién caída y el sonido distante del viento me envuelven, dándome una sensación de paz y libertad.
Avanzó hacia el comedor, mis pasos resuenan con eco en las paredes, y al llegar al pasillo de retratos, me detengo ante el cuadro de mi madre. Su melena rojiza y sus ojos verdes parecen cobrar vida bajo la luz, irradiando esa calidez que siempre la caracteriza . A su lado, mi padre la sostiene en un abrazo protector, su cabello oscuro y sus ojos azules contrastando perfectamente con ella. Aunque heredé el cabello rojo de mi madre, sé que mis facciones reflejan los de mi padre; sin embargo, siempre consideré el color de mi cabello como una conexión especial con ella, una