Ashley llegó hasta donde su jefe la citó. Lo buscó con la mirada, al ver que no lo vio por ningún lado, decidió caminar hasta la barra del bar y tomar asiento.
- ¿Te ofrezco algo? – preguntó el barman, encargado de preparar los tragos. Todavía era joven, delgado, alto, tez bronceada por los finos rayos del sol, ojos rasgados marrones, cabellos castaños, mirada amigable y un perfil delicado.- No bebo – respondió Ashley muy seria ante su invitación. Desde aquel día en que conoció a Alexis dejó el licor por completo, no quería cometer los mismos errores del pasado.- Te puedo ofrecer una bebida sin alcohol – volvió a decir con una sonrisa coqueta dibujada en rostro.- ¿Enserio? – preguntó Ashley sarcástica, mientras levantaba sus cejas. Ella sabía que era imposible que en el bar exista tal bebida.- Bueno. - bufó un poco por sus palabras, la mujer resultó ser inteligente. - sólo tiene un 15% de alcohol, no sentirás el sabor y tampoco ten