ALAI
Llegué a casa y vi a Tam jugando con mi princesita, así que me acerqué, tomé en brazos a mi bebé y le di un sonoro beso en la mejilla.
- Tienes mucho que contar - me dice Tam.
- Ya suéltalo, Alai.
- Me acosté con Max - Tam pega un grito que asusta a mi princesa, y yo de inmediato la arrullo para que quede dormida.
- ¿Y se reconciliaron?
- Estuvimos a punto, pero llegó el pesado de su padre y ahí arruinó el momento. Max se fue y me dejó sola con él, y comenzó su coqueteo y amenazas, así que decidí irme - le digo a Tam.
- Amiga, ¿cuándo le dirás la verdad a Máximo?
- Quería decírselo hoy, pero justo llegó su padre y no pude. Además, no sé si él me crea - doy un gran suspiro hasta que escucho mi celular.
- Dios, es Max. Mejor contesto.
Hola, Max.
- Nena, ¿por qué te fuiste así?
- Tenía cosas que hacer y, además, no sabía nada de la bebé - trato de justificarme.
- Yo te hubiera traído a casa - me reprocha.
- Max, no quería molestar y, además, tú estabas con tu padre. No quería incomod