Alai
Hoy es el gran día. Hoy seré la esposa de Max. Juro que es el día más feliz de mi vida. Tam me ha llevado de un lugar a otro.
- Amiga, ponte esta bata para que te peinemos y te maquillemos.
- Tomé la bata y me la coloqué.
- Amiga, quiero algo sencillo y no extravagante.
- Tranqui, Alai, sé lo sencilla que eres, así que manos a la obra.
Tam comienza a hacer su magia y entonces recibo un mensaje de Max:
“No veo la hora de verte y que seas mi esposa.
Max”
Yo también ya quiero ser tu esposa, aunque no sé si me vea linda estando tan gorda.
Alai
Amor, sé que vas a estar preciosa, y además esa barriguita me encanta. La extrañaré cuando nazca mi hija.
Max
- Amiga, ya hay que poner el vestido, pero primero la lencería.
- Tam me mira con cara de pícara, y cuando veo la lencería, veo que es hermosa y muy sexy.
- ¡Wow, Tam, te luciste!
- Ella sonríe con orgullo.
- Sé que a Max le gustará.
Me coloca la lencería y con mucho cuidado el vestido. Al verme en el espejo, me quedo asombrada.
- Amig