~Pov de Alisha~

El dolor de cabeza me martillea las sienes. Abro los ojos con dificultad, sintiendo que pesan toneladas, y un olor a cloro y desinfectante golpea mis fosas nasales con tal fuerza que la bilis sube a mi garganta. Una arcada incontrolable me hace sentarme de golpe.

Afortunadamente, alguien me acerca un extraño recipiente justo a tiempo para que mis jugos gástricos caigan en él.

—Tranquila, hermosa. Debe ser por el medicamento —dice una voz dulce y familiar.

Es la voz de mi prometido, Damien. Aliviada, las lágrimas comienzan a fluir sin control por mis mejillas. Él me abraza con fuerza, y yo me aferro a él, buscando desesperadamente el consuelo en su cercanía.

—Tranquila, todo ha pasado. Estarás bien, mi ángel. Te amo —me susurra, besando mi cabello.

—Yo también te amo —respondo, con la voz quebrada.

Un grupo de enfermeras y un médico que habla en inglés entran en la habitación. Damien se aparta mientras el hombre me examina. Poco después, entra Judith, y mi corazón