Capítulo XXII: “Un sí, o no”Narra Krista. Como si fuesen cosas planeadas por el mismísimo diablo, afuera en el estacionamiento el carro de Lucca estaba justo a unos cuantos más del de Alessandro. Lucca, quien estaba callado, al verlo comenzó a decirme un montón de cosas que me costó un instante entender. — Eres una irresponsable, chantajear al doctor para que te diera rápidamente el alta es algo muy bajo. ¿Te importa poco tu bienestar? No te has recuperado aún, mira tu cara aún se ve demacrada. Le di una mirada asesina, ¿Cómo se atrevía a decir estas cosas frente a todo el mundo? Bueno no, exactamente frente a Alessandro, aunque no creo que desde aquí escuché algo, su auto se encuentra algo alejado del nuestro. Gracias a Dios Lucca no sabía de mi enfermedad aún porque si no también lo ventila a los cuatro vientos. — ¿Qué estás haciendo Lucca? — Juzgando tus malas decisiones. — respondió sereno.— Bueno si sigues dándotelas de rey justiciero, no dudaré más en llamar un taxi e ir
El camino a casa fue tranquilo, Marco iba informando a Lucca una que otra cosa de vez en cuando y mi vista estaba fija sobre el camino.Ver el lindo paisaje citadino nocturno me hacía tener un poco de paz. Mi cabeza estaba doliendo un poco, pero no le tome importancia, quizás es mi hora de comer. O quizás aún sigue rondando en mi mente la pesadilla de esta mañana, más que una pesadilla es el recuerdo vivido de hace seis años cuando mis papás murieron. Mi madre siendo la única hija de Giann Coppola, se fue en un viaje a la Toscana para nunca más volver a su casa. Ella solía decir que apenas conoció a mi padre, Máximo Di Santis, quedó prendada de él. El amor fue mutuo, para su suerte y ambos hasta se casaron a escondidas. Al poco tiempo llegué yo a sus vidas, para mí amado abuelo eso fue la mayor deshonra para su familia, su única hija quien estaba prometida en matrimonio para otra familia adinerada de Roma, había preferido hacer su vida en la clandestinidad con un don nadie. ¿Les su
La mano de Lucca se instaló en mi brazo y con una mirada llena de fuego y ruego, hablo: — No vayas a él. Quédate conmigo. No me gusta estar en estas situaciones, no me gusta sentirme acorralada. Ahora en estos momentos de mi vida mucho menos, cualquiera me diría que Lucca es sin duda la opción que debo tomar, pero no se trata solo de eso. Yo no me siento en condiciones de vivir un romance, solo he vivido uno solo una vez en mi vida y me ha dejado destrozada de miles de maneras. Ha sido sin duda trágico. — No…Mis palabras quedaron a medio terminar, Lucca me ha jalado a él, me sostiene entre sus enormes brazos y su boca se une a la mía en un acto al que puedo llamar, desenfreno absoluto. Su beso es voraz, es tal cual un agujero negro que consume todo a su paso. Estás sensaciones que creía muertas, surgen con gran arrebato robándome más de un suspiro. Me siento como una persona que lleva tanto sin comer y cuando ya tiene un bocado en su boca siente que no puede saciarse tan fácilm
Narra KristaBenedicto y Nicola actuaron con rapidez ante la orden de Alessandro de guardar las cosas en mi apartamento, sus pertenencias ocupaban la mitad de mi sala y está era grande y espaciosa. — ¿En serio vas a disponer de mi casa como si fuera tuya? — pregunté ya muy cabreada por el atrevimiento de Fiore. Él alzó sus manos en señal de no saber nada. Esa pinta de inocente no me la como ni que fuera la comida más deliciosa del mundo. Si había algo que sabía muy bien, era que Alessandro Fiore era el hombre más meticuloso de todo el planeta tierra. Todas su acciones llevaban siempre a otras que le daban los resultados que él quisiera o esperaba. — Maximiliano aún necesita que el doctor cuide de él y la nana Nicola podrá preparar comida para ustedes cuando yo no esté, porque las habilidades de cocina tuyas son verdaderamente cuestionables. En verdad tenía los pantalones tan bien puestos que se atreve sin tapujos a meterse conmigo en mi propia casa. — ¿Disculpa? ¿Tú quién te cre
Lucca salió del apartamento apretando muy fuerte aquella memoria USB en su mano. Se fue directamente a la empresa, era muy entrada la noche pero cuánto antes encontrará al culpable, mucho mejor. Para él era inaceptable dejar ir ileso a la persona que intentó dañar de diferentes formas a su socia. En su mente aún se paseaba la curiosidad de saber la relación entre Krista y Alessandro. Su pasado. Todo indicaba muy cruelmente que él jamás tendría una oportunidad con ella si Fiore y su pequeño niño estaban presentes, lo llenaba de una inmensa indignación la manera en la que lo sacaron de la casa. Para él todavía era horrible la manera en que Alessandro trató a Krista cuando Maximiliano se perdió y que también permitió que Verónica trapeara el piso con ella. Aunque parecía que Krista estaba de acuerdo con eso. Cosa que lo mortificaba aún más. *****Narra Alessandro Fiore.(Hace cinco años atrás) El olor a incienso rancio impregnaba la biblioteca de la villa Coppola. Las cortinas esta
Su beso era tan voraz que ahogaba mis sentimientos y pensamientos en contra de él, era un beso como los de antes. La confusión me hizo dejarme llevar, de un momento a otro me encontré siguiendo su beso y mis piernas temblaban, todo mi cuerpo ardía completamente. Sus manos subieron acariciando mis brazos descubiertos hasta posarse en mis mejillas apretando fuertemente, exigiendo abrir mi boca para que su lengua entrara en su totalidad.Mi mente se fue a las caricias pasadas y definitivamente todo era exactamente igual, mi entrepierna se sentía húmeda y mis pezones duros. Me soltó su boca al fin porque creo que el aire ya se le estaba agotando en sus pulmones, se separó un poco para mirar directamente a mis ojos. Vi en los suyos un deseo de anhelo. — Dime que tú también aún sientes lo mismo. Volví de nuevo a la realidad y lágrimas se formaron en mis ojos de inmediato. ¿Por qué él actuaba así? No puedes solo andar por la vida destruyendo la vida de las personas y luego querer armarlas
Quiso preguntarle a Lucca a qué se refería pero su cuerpo actuó por sí solo, entrando a la recepción y corriendo escaleras arriba. Irrumpió en su apartamento, dió gracias a Dios de que Nicola haya salido hace al menos quince minutos, a llevar a Maximiliano a dar una vuelta mientras ella compraba la despensa. El olor del café recién hecho le revolvió el estómago.Krista cerró los ojos, sujetándose del marco de la puerta. Un sudor frío le recorrió la nuca y, sin previo aviso, corrió al baño. Cayó de rodillas y vomitó con violencia, como si su cuerpo tratara de expulsar no solo el contenido de su estómago, sino también los fantasmas que la acosaban desde hacía días, años. —¡Krista! —gritó Lucca desde el comedor—. ¿Estás bien?Ella no respondió. Se enjuagó la boca rápidamente, temblando. La idea había estado latente, agazapada como una fiera al acecho. Pero ahora, después del beso con Alessandro y ese actuar extraño, después de mirar a los ojos de Maximiliano y reconocer en ellos un re
— ¿Krista tienes todo listo? — Sí, todo está quedando perfecto. — ¡Claro que sí! Si Alessandro no quita su cara de culo magistral que carga veinticuatro siete con esta sorpresa. Entonces nada lograría quitársela de la cara . Reí un poco, él tenía razón. Alessandro suele ser muy amargado en ocasiones, espero que hoy su carácter no salga a relucir. Sé que odia las aglomeraciones y lo despampanante en sí. Yo no lo culpo yo también, pero hoy es un día especial. Hoy aparte de ser su cumpleaños también es la celebración de nuestro aniversario. Hace unos días cumplimos un año juntos, pero hoy decidí organizar está pequeña reunión y aparte de esta sorpresa también tengo otra cosa que decirle. La decoración es ostentosa, tanto como sus gustos lo son. Aunque solo seamos cinco personas incluyéndolo a él ya que nuestra relación es aparte de prohibida, secreta, quise hacer de este día uno gigante e inolvidable. ¿Será ya tiempo de decir abiertamente al mundo que somos pareja? ¡Que se jodan lo