La llegada de Julia ha traído consigo un ambiente en tensión. Puedo verlo en el rostro de Roman.
La única que parece feliz por el regreso de esta es Paloma. Y no me sorprende, luego de mucho tiempo al fin tiene a su madre de regreso.
Y ahora comienza la verdadera odisea de Roman.
Paloma lo mira con esperanza mientras este pertenece en silencio.
Ella le ha pedido a Roman un día con ella y su madre.
Como una familia.
Roman intercambia una mirada conmigo y mantengo mi gesto impasible mientras como un poco de lo que hay mi plato.
Una parte de mí quiere negar y hacerla saber mi descontento. Pero, también entiendo lo que Paloma quiere.
Ella anhela recuperar a su familia.
—Cariño— Roman suspira —No creo que sé prudente que estemos juntos. Si quieres ir con ella y pasar la tarde, puedo llevarte —su gesto es serio.
Es obvio que la idea no le agrada.
—Quedarme, me es imposible.
—Pero, ¿Por qué? —Paloma cruza sus brazos y lo mira ceñuda —Mamá y yo queremos que vengas.
¿Será posible?
Pero, ella e