El almuerzo es relajado a pesar de las miradas asesinas que Irina me regala.
Cuando llega la hora de la tarta, Paloma está feliz y su sonrisa la hacen ver como una niña sin preocupaciones y que sobrelleva el dolor de no tener consigo a su madre.
También me doy cuenta de algo. Y es la diferencia entre Morgana e Irina ejerciendo como tía. Irina la malcría la usa a su beneficio. Mientras que, Morgana la cuida y también la ayuda a que mantenga los pies en la tierra.
A la hora de que todos se vayan. Irina es la última en irse.
Por desgracia.
—Davina —dice —Podrías llevar a Paloma arriba—. Espeta —Necesito hablar con mi cuñado de algo importante.
Quiero decirle que se vaya mucho a la mierda. Que es una pendeja sin amor propio. Sin embargo, tomo la mano de Paloma.
Mi mirada se desvía hacia Roman, el cual mira a Paloma y nuestros ojos se encuentra.
Es claro que no quiere que Paloma escuche algo que la pueda alterar. Así que me enderezo y mira a mi lado.
—Vamos, Paloma. Debemos ir a hacer la t