Me convertí en niñera de mi propia hija

En el interior de la mansión de los Collins, mujeres de diversas edades y características entraban y salían.

"No, aún no he elegido una que sea perfecta para el puesto, pero no te preocupes, aún faltan bastantes para ser entrevistadas." - Odete hablaba por teléfono con James que estaba de viaje por trabajo.

Odete era una mujer de veintinueve años que se vestía elegantemente, pelo corto corte Chanel y de apariencia seductora.

Odete tenía un secreto que mantenía guardado desde su adolescencia, su pasión platónica por James que solo la veía como una hermana menor ya que la misma era hija de la niñera que cuidó de él por varios años y había permanecido en su familia hasta su muerte.

Gracias a los padres de James, Odete fue capaz de estudiar en las mejores universidades graduándose en administración, pero tan pronto como supo que Sara lo había abandonado dejó todo para dedicarse a los cuidados de la casa, con la esperanza de que un día ella despertara el interés de él.

Frente a la casa de los Collins Amelia, observaba la enorme fila que había allí y, acercándose preguntó a una mujer qué estaba pasando.

"Estamos todas aquí con la esperanza de ser contratadas como niñera de la hija del señor Collins"- respondió la mujer gentilmente.

"Niñera?"

"¡Sí! Pero en realidad lo que todas aquí esperan es atrapar el corazón del señor Collins" - dijo con una enorme sonrisa en los labios.

"¿Pero no está casado?"- Según el contenido de la carta, el hombre que adoptó a su hija estaba casado.

" Lo era!" pero nadie sabe exactamente por qué, pero ella lo dejó solo con un bebé para criar.

Al escuchar esto fue como si finalmente una luz saliera al final del túnel y ella finalmente podría quedarse al lado de su hija aunque para eso ella tuviera que convertirse solo en su niñera.

-"¿También estás aquí por el puesto?" - La mujer tiene curiosidad después de tantas preguntas.

"¿Crees que tengo oportunidad?"- La miraste esperanzada.

"Mira, para ser sincera, de acuerdo con el patrón del señor Collins, ¡no creo que lo tengas!" - dijo mirando la forma en que ella estaba vestida, con su ropa ancha, cabello pegado, uñas por hacer y sin maquillaje alguna.

"¿En serio?" - El pequeño brillo que había surgido en sus ojos se apagaron nuevamente.

"Pero intenta... ¡quién sabe!" - viendo la forma en que se quedó intentó animarla - "Me llamo Ester y tú?" - extendió su mano hacia ella para saludarla.

"Amelia!" - tomó la mano de la mujer.

" Encantado de conocerte, Amelia! te deseo suerte!"

"Gracias!"

Pasó media hora y Ester finalmente entró para ser entrevistada, pero no tardó mucho y salió con su semblante triste.

" ¡Desafortunadamente no estoy dentro de los patrones que ellos quieren!" - la sonrisa que antes había en el rostro de Ester ya no existía " ¡Buena suerte, Amelia! ánimo!" - Intentó animarla, pero si ella que estaba bien vestida fue rechazada con toda certeza Amelia también sería.

"No cree que no tenga una" - Suspiró poniendo su cabeza para atrás.

"Señora, aún falta una candidata más" - dijo Pedro, el modormo de la casa.

"Pero no tengo su currículum" - Revisaba los papeles otra vez para asegurarme de que no pasara desapercibido.

"No cuesta nada intentarlo!" - insistió el hombre.

" Tiene razón... hágala pasar."

Cuando Amelia entró, Odete la despreció por la forma en que estaba vestida.

" Buenas tardes, señorita..."

" Amelia Green!"

"Señorita Green, no veo su currículo con los demás."

" Es que yo no mandé uno!"

Nerviosa siempre apartaba su mirada de Odete que la miraba con cierto desdén.

" ¿Cómo sabes que estamos contratando?"

" Estaba pasando, vi una enorme fila, pregunté de qué se trataba y dijeron que estaban contratando para ser niñera... como estoy necesitando un empleo, pensé en intentarlo" - su voz salió temblorosa denunciando todo su nerviosismo.

"Sabes que la vacante que estás queriendo ocupar es de niñera de la hija de un hombre muy importante, ¿no?" - continuaba mirando con desdén.

"No, no lo conozco, pero he trabajado como niñera y si quieres saber más sobre mis servicios te paso el número de la familia con la que trabajé durante dos años."

" ¿No conoces al renombrado diseñador James Collins?" - Cambió su tono de voz.

"Perdón... pero yo no lo conozco" - dijo segura, haciendo creer a Odete aquella declaración.

De todas las diversas mujeres que entraron en esa oficina solo Amélia despertó el interés de Odete, ya que la misma estaba en busca de alguien que no tuviera interés en James, pues ella ya lo había perdido una vez y no estaba dispuesta a perderlo nuevamente por otra mujer.

No conocer a James se convirtió en un punto positivo para Amelia conseguir la tan soñada vacante y su apariencia descuidada, sin vanidad ni brillo alguno se convirtieron en el conjunto perfecto para ser la elegida de Odete que vio en la chica a alguien que nunca despertaría el interés de James.

" El puesto es tuyo señorita Green!"

"¿En serio?" - Amelia no creía lo que sus oídos escuchaban.

" ¿Tienes un novio?"

"No!"

"¡Bien! Necesitarás dormir en el trabajo, o mejor tendrás que vivir en el trabajo teniendo solamente tres días en el mes de descanso... ¿estás de acuerdo con eso?"

"Sí!" - respondió sin siquiera pensar.

"te veo mañana temprano."

En la tarde de aquel mismo día, mientras acostaba a la pequeña Claire, Odete conversaba con ella.

"Encontré la niñera perfecta para ti" - la mecía -" ¿y sabes qué es lo mejor? Ella no es bonita, no tiene interés en su padre y con toda certeza él nunca la verá como mujer" - sostuvo en su manita " y yo seré la mejor esposa que su padre tendrá y la mejor madrastra para usted."

Tan pronto como Claire se durmió, Odete la puso en su cuna y llamó a James para decirle que había encontrado la niñera perfecta para su hija.

"¿Señora?" - Pedro interrumpió su almuerzo de la tarde.

"Sí?"

"El cuarto del señor Collins ya está arreglado."

"¿Sacaste todo lo que te pedí?"

" Sí!"

" Está bien!"

Por orden de Odete, Pedro tiró todas las toallas de cama que Sara había comprado y cambió toda la decoración de su habitación.

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