Punto de vista de Clío
Estaba completamente al mando siendo la conductora de un tren desbocado, esa era la analogía que mejor describía no solo mis continuas mentiras a mi familia y a aquellos que más se preocupaban por mí, sino también el viaje acelerado y fuera de control en el que me estaba metiendo, sin duda en camino a una colisión.
Tenía un asiento en primera fila para mi propia destrucción. Especialmente mientras esperaba dentro de la pequeña sala de té de estilo vintage, a treinta minutos en coche de los terrenos de mi manada.
Tenía la cabeza apoyada en las manos mientras escuchaba a los demás clientes ocuparse de sus asuntos, charlando sobre sus propias vidas. El ruido generaba paz en mi mente cada vez más caótica.
Había salido huyendo de mi primera ecografía, ¿qué clase de madre hacía eso?
Tenía que hacerlo mejor, tenía que ser mejor por mi pequeñín. Tenía que decírselo, pasara lo que pasara. Tenía que hacerlo por el bebé, mi hijo merecía la mejor vida posible, y si eso era c