Punto de vista de Carla
Al menos les daría la oportunidad de despedirse. Aunque hubieran roto el vínculo de apareamiento, les concedería sus últimas palabras mutuas.
Solo que no quería estar cerca para verlo.
Me dirigí hacia las celdas. Mis guerreros me habían informado que Marco estaba detenido allí y que volvía en sí poco a poco.
Sería mi primera parada antes de ir al centro médico para ver qué ayuda necesitaba mi equipo.
—¿Qué acaba de pasar? —La mano de Héctor me agarró del codo y me tiró hacia atrás cuando finalmente me alcanzó.
—Ella tomó su decisión. —gruñí, zafando el brazo de su agarre.
—¿Y qué? ¿La habrías dejado marcharse si lo elegía? —arqueó las cejas, sin creer que hubiera cumplido mi propia amenaza.
—Sí. Si eso era lo que realmente quería, Héctor, lo habría respetado. Ella merece algo mejor, lo sé. Es un monstruo, Héctor, no habría podido verla con él... ver cómo la consumía gota a gota.
—No te creo. No la habrías dejado ir...
—Entonces es una suerte que no me haya decep