Alfa Caleb corrió junto a sus lobos, a través del desierto. Las palabras de Alfa Kaan retumbaban en su mente… De verdad ¿Namar se había convertido en su debilidad? ¿Era capaz de arriesgar a toda su manada por ella? ¿Era capaz de entregar a Namar a su enemigo, por proteger a su manada? Alfa Drago ya conocía la verdad; siendo así y, suponiendo que Namar no hubiese mentido ¿Sería capaz el maldito, de dañarla sabiendo que es su hija?
Llegaron al campamento entrada la noche, Astrid y Emir salieron de la tienda a recibir a Alfa Caleb. El joven Alfa inmediatamente se transformó, al volver al lugar y habló a los lobos.
- ¿Cómo está su Luna?
- Ella está muy bien - comentó Astrid - Es una loba muy fuerte, es probable que el día de mañana ya esté recuperada casi por completo. En este momento está durmiendo, le administré algunas hierbas, para que pueda dormir y recomponerse más rápido.
- Bien… - comentó el joven Alfa - ¿Algún conflicto?
- Ninguno, Alfa - dijo Emir - Las cosas han permanecido