EDGARD
Al poco rato se quedo dormida.Acaricié sus cabellos repasando su forma y su tacto. Miré nuestros cuerpos como uno solo, el uno para el otro.Había caído en sus brazos, me había atado como nadie, no había ni quería que hubiera escapatoria, besé su coronilla y acaricié su cintura lentamente. Escuché que suspiraba y luego entre sueños dijo:—Edgard…. no me dejes… — había miedo en sus palabras y su sueño, sentí tal enardecimiento que me entraron ganas de arrancarla de ese sueño y hacerle el amor mil veces mas.—Aquí me tienes… — susurré en el oído sintiéndome cobarde por no decírselo cuando estaba consiente… — y te amo… — miré el anillo de mi mano…Finalmente y tal como mi madre había predicho, tenia una dueña ahora. Era mía y yo era suyo se lo diría apenas tuviera oportunidad.***MARIANNEEsa fue una de mas mejores noches de mi vida, mis sueños fueron perfectos, nada que ver con las acostumbrada