Liuggi Lombardi, es un hombre con un gran sentido del humor y responsabilidad, sincero, no se cohíbe en expresar sus pensamientos, muchas veces rayando la crueldad, vive su vida día a día, rehuyéndole al amor, porque siente no hay cabida para ello en su vida. Su mayor pasión es atender su empresa de seguridad, una de las más exitosas de Europa, hasta producirse ciertos sucesos que hacen fallar los dispositivos de los sistemas de seguridad instalados, poniendo en riesgo la credibilidad y solvencia de su empresa. Por ello su fiel amiga y amante Lisbani Angelica Antonelli, exitosa abogada, cuya debilidad resulta ser el propio Liuggi, se propone a ayudarlo para evitar una consecuencia catastrófica. Dentro de éste contexto Liuggi conoce a Mariana Arciniega, exitosa periodista investigativa, plantilla de uno de los periódicos más exitosos de Europa, y cuya misión es investigar hechos de corrupción en la esfera política y empresarial, quien para lograr su objetivo no le importará quien caiga, surgiendo entre ellos una gran pasión y una relación que las confusiones logran acabar. Liuggi se ve envuelto en un triángulo amoroso, entre estas dos mujeres, aunque aparentemente su corazón y sus deseos se inclinan por Mariana, tras la marcha de Lisbani, se dará cuenta de que las cosas no son como parecen. ¿Por quien de estas dos mujeres se decantara? ¿Logrará ser feliz con alguna de las dos? ¿Ó tal vez quede sin ninguna? Prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra. Está registrada en SafeCreative bajo el Nro. 1906251274827.
Ler maisÉl se negaba aceptar esa verdad, se arrepentiría toda su vida de haberla echado sin contemplaciones, ahora cuando se había dado cuenta de su amor por ella, jamás podría tenerla entre sus brazos "¿Por qué no confió en mí? ¿Por qué me ocultó la verdad?", se dijo. Él hubiese hecho lo imposible por salvarla, porque no sufriera, por hacer de sus últimos días los más felices de su vida.
“Mia piccola, ¿Cómo fui capaz de alejarte? Te abandoné cuando más me necesitabas, justo en el momento de requerir una mano amiga, cuando necesitabas compañía para ayudarte a sobrellevar los duros momentos que vivías”. Ahora ya era muy tarde, ¿Cómo podré decirle, que sus días sin ella eran vacíos?
Nunca podría olvidarla, cada momento vivido a su lado su mente se encargaba de recordárselo, su sonrisa de la cual muchas veces renegó, hoy la extrañaba más, como nunca pensó hacerlo. Le había dicho “¿Por qué no te desapareces de mi vida? Piérdete, lárgate, desparécete, muérete, pero aléjate de mí, jamás te amaré como quieres”. Hoy dolían mucho esas palabras, se clavaban como puñal en su alma, lacerándola de manera despiadada.
Tenía miedo de verla, porque ya no volvería a ver su dulce sonrisa, no oiría su parloteó y su jugueteó. Ella siempre fue especial pero no se dio cuenta, nunca estaba de mal humor, nunca le vio molesta, jamás le reclamó nada, ni se quejaba, siempre aceptaba con sumisión lo que la vida le daba, aunque cuando se trataba de defender los intereses de él, era una fiera y sacaba la felina que había en ella.
Se acercó al féretro donde yacían los restos de ella, su cara blanquecina daba la impresión de ser de porcelana, ya no se reflejaba ningún indicio de vida en su faz, aunque una tenue sonrisa esbozaban sus labios, parecía un ángel, delicada, etérea, sus suaves rizos caían sueltos enmarcando su hermoso rostro.
Jamás sus ojos volverían a verlo, tampoco sus labios lo besarían, nunca más tocaría su cuerpo, ni sus brazos lo tocarían, el dolor era angustiante. Mientras se recordaba cuando ella le dijo en una oportunidad.
“—Un día te veré enamorado de una mujer, andarás detrás de ella y te ignorara, sufrirás en carne propia lo que es amar sin ser correspondido…y aunque ese día se me parta el corazón de verte sufrir, estaré feliz de tener la razón."
—Cierto mia Bella, aquí estoy humillado ante ti, y si estoy sintiendo en carne propia lo que es amar y ya no ser correspondido —decía mientras no pudo evitar un sollozo escapar de sus labios, la impotencia lo consumía, la había tenido y la perdió. ¿Cómo haces cuando no pudiste identificar a tiempo al amor de tu vida? renegaste de él, lo despreciaste, lo ignoraste, lo desechaste. Ahora ya era muy tarde, ella no estaba, se había ido, se había hecho una con la eternidad, dejando para él un mundo acabado, incierto, la tristeza lo invadía y el llanto en su garganta su voz enmudecía.
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Esta novela es producto de mi imaginación, por lo cual es ficción, no está basado en hechos ni personas reales,
Los conflictos de los protagonistas o su forma de resolverlos no me definen ni implica que yo avale sus métodos de solucionarlos. Pido disculpas si en el desarrollo de esta historia hiero susceptibilidades de acuerdo a la percepción de los lectores.
Esta historia forma parte del universo Ferrari.1.- Tu Cruel Amor
2.- Empezar de Nuevo
3.- No Sabía que eras tú
4.- Venganza Equivocada
5.- Rinascere
6.- Tras Tus Huellas
7.- Mujer Prohibida.
8.- El precio de un Error
9.- La Hija del Mafioso
Serie Hombres dominantes
1.- Mi Otro Yo
2.- Chantaje Por Amor
3.- Una razón para Vivir
4.- Tres veces tú y yo
5.- El Castigo de una Venganza
Serie"Nuevos Amores"
1.- Después de la Traición
2.- Reto de Amor. Belleza Indomable.
3.- Una Mujer Excepcional
4.- A Pesar del Tiempo
Otras historias
1.- Por Amor a ti
2.- Me declaro Culpable
Trilogía
1.- Destruir a un Ángel
2.- La Venganza de un Ángel.
3.- Redención de un Ángel.
JEDA CLAVO
Ambos seguían bailando sin parar, se veían hermosos, daba gusto verlos sonreír tan compenetrados.—Te amo mi ángel, jamás imaginé que esa jovencita, quien llegó a trabajar en mi empresa terminaría siendo la mujer de mi vida. Qué lástima no darme cuenta antes, tendríamos como diez años de casados.—Amor todo ocurre en el justo momento, ahora ambos hemos madurado, y estamos preparados para vivir juntos, amarnos, tener nuestros hijos. Bueno ya tenemos a Lía —expresó Lis con dulzura.—Hablando de hijos. Me gustan las familias grandes, por eso de haber sido hijo único. Debemos tener seis hijos mínimos ¿Verdad? —preguntó esperanzado —. Tres niñas y tres niños.—Pues no Lombardi. Vamos a tener un tercio de eso, una ni&ntil
La mujer los observaba de forma desafiante, apuntó con el arma a Liuggi, mientras le decía a Lisbani.—¡O te apartas de él o le vuelo los sesos! —exclamó con enfado, mientras su rostro estaba desfigurado productos de los golpes propinados por Sophía, al cual se le sumaba su semblante de absoluta maldad.—¡No le dispares! —exclamó Lisbani asustada—. Iré contigo, por favor no vayas a causarle daño a mi esposo —habló la mujer alejándose de Liuggi y haciéndole caso a las indicaciones de Mariana.—¡No Lisbani! No vas a ir con ella —pronunció Liuggi, levantándose del asiento, un par de hombres, intentaron sostenerlo, mas enfurecido comenzó a golpearlos, sin dejarse someter, hasta escuchar la voz desafiante de Mariana.—O dejas de oponerte
Cuatro mesesdespués. Liuggi estaba en Villa Verona, los recuerdos de su vida pasaban cuál película por su mente, desde el primer día cuando se dio cuenta de la existencia de Lisbani, era casi una niña, una morena hermosa, con esos ojos como la noche, tan brillantes como un cielo estrellado en la oscuridad. Había sido una chica alta, esbelta con una sonrisa auténtica que brindaba sosiego a quien la observaba. A él le gustó desde el primer momento cuando la vio. Ella de forma inocente, empezó a coquetearle a buscarlo, y aunque se sentía atraído intentó huirle, ¡Por Dios! Pasó tres años, evitándola, hasta ese día cuando entró a su oficina y con una actitud decidida, pero inocente se le acercó de formar desafiante declarándole sus sentimientos. —¡Tú me gustas! Te he estado esperando durante tres años, aguardando a tu decisión, mas como al parecer eres lento y tampoco tienes inici
Entretanto Mariana recibió una llamada y sonrió feliz, no iba a irse sin antes ejecutar lo planificado, no pensaba desistir de sus planes, por causa de la estupidez de Sophía, pensó. Vio a Liuggi, conversando con Victoria y Mauro, y se emocionó, allí estaba su oportunidad. Caminó hasta ellos interrumpiéndolos.—Disculpen. Liuggi, ¿Quieres saber de los Antonelli Bianchi? Yo estoy dispuesta a decirte todo cuanto sé. Manejo información importante para tu esposa —manifestó esperando convencerlo con esas palabras, porque ya le habían informado de la pronta llegada de la mujer.Liuggi dudó, aunque deseaba llegar al fondo de lo sucedido con la familia de Lisbani, también era cierto el profundo desagrado que le producía estar cerca de Mariana, además, conociéndola, seguro se trataba de una nueva trampa.
Liuggi, no quería empañar la felicidad de su mejor amigo y de su hermana, por eso intentaba bromear con Nick, aunque tenía la esperanza de que apenas terminar el bautizo, pudiera ir por su esposa. —¿Me vas a dar otro sobrino? —No podíamos tener mejor noticia después de nuestra reconciliación. Sí, tendrás una sobrina, creo es hora de tener una hermosa niña con los ojos de mi esposa —habló Nick emocionado. —Ah entiendo ¿Quieres tener una niña con el hermoso color de mis ojos? —inquirió con un atisbo de burla. —Muy gracioso Lombardi, ¿Vas a contarme? ¿Por qué no trajiste a Lisbani? —preguntó notando que Liuggi a pesar de estar bromeando, tenía un deje de tristeza en el rostro. —Hermano, como te dije hace rato, no voy a mortificarte con mis problemas, el día del bautizo de mi sobrino, además espero mañana resolver todo con mi mujer —manifestó Liuggi.
Al cortar la llamada, sin siquiera dejarla responder a sus palabras, sintió en su interior un cúmulo de sensaciones disputándose cuál terminaría controlándolo, tristeza, decepción, enojo. Después de terminar la llamada, decidió irse a pasar unos días en Palermo con su mamma Luisa, su tía y sus primos. Necesitaba distraerse para no seguir pensando en ella, sin embargo, sus pensamientos no dejaron de invocarla ni un solo día, solo pensaba en Lisbani y en lo que le dijo, había perdido la confianza en él. Por una parte se cuestionaba, porque su estupidez provocó ese desenlace, debió hacerle caso a los consejos de Nick, llamar a su esposa y contarle enseguida lo sucedido, no obstante, dejó pasar el tiempo, no fue cobardía, sino por protegerla, temía alterarla, provocarle un enojo que podría afectarle la salud. Además, creyó tener todo controlado, mas no fue así, la situación terminó complicándose. Ahora decía no tenerle
Último capítulo