Nos vestimos sin prisa, entre risas, confidencias de lo vivido esa noche, entre besos furtivos, rápidos, y pellizcos improvisados. Una hora después, Mario aparcaba su coche frente a mi casa, había amanecido.
- Nos vemos el miercoles, entonces - dije antes de bajar del coche, me acerqué a besarle, cuando el sonrió de oreja oreja.- Qué?
- Te has pueso mi perfume
- Si un poco para refrescarme.
- Irás oliendo a mi toda la semana -se rió.
- Después de una buena ducha, se irá el olor.
- No, no lo hará. Te llamaré esta noche, cielo. - Cielo? Desde cuando me llamaba cielo? - Bajé del coche.
- Que tengas un buen día.
- y tu, amor.- Amor?Cielo? No era demasiado pronto para tales adjetivos?
Después de una ducha rápida, Juls vestida con un conjunto de chandal rojo, y unas deportivas, se fue al obrador, ya eran las once de la mañana y tenía muchas cosas que preparar, mientras horneaba bizcochos, cupcakes y galletas, no dejaba de pensar en Mario, él tenía razón, no dejaba de oler a su pefu