Capítulo 55. Parte 4
Diego:
Marcus corre con sus amigos por el patio del colegio, y al verme se despide con un gesto de mano antes de acercarse hacia mí. Durante el camino a casa lo observo de reojo, notando su concentración en las calles, y me pregunto si sería apropiado contarle lo que sucederá más adelante con su mamá. No quiero preocuparlo innecesariamente, pero me comprometí a ser transparente con él, así que decido hablarlo al llegar a casa; Antonella me será de gran apoyo.
— ¡Hola, mamá! ¡Ya llegué! —grita Marcus al entrar a la sala. Al no ver a Antonella, sube raudo por las escaleras mientras recuerdo que jamás fue así con Ambra; al contrario, le tenía miedo.
— ¡No corras por las escaleras! —advierto.
— Marcus adora a Antonella... —escucho detrás de mí, y sonrío ante el comentario de Roberta, feliz de que así sea.
— Elegí muy bien.
— Por cierto... —titubea.
— Lo que sea que suceda, no dudes en decirlo —aclaro.
— No quiero empañar su felicidad, pero vi a la señora Ambra abrazada a un hombre. Él la