12. La bienvenida
Había sido una situación bastante complicada. Los lobos grises cada vez se volvían más insistentes en volver a hacer los acuerdos respecto a los límites de cada manada. Menhir, como Alfa debía volver a poner sobre la mesa los tratados realizados hace ya tanto tiempo. Debía ser políticamente correcto, conciliador. Contrario a su naturaleza ofensiva, debía evitar a toda costa una nueva guerra, para mantener a los habitantes de su Villa a salvo. Y ahora, también a Andara. Él estaba muy consciente de que ella, al ser humana, sería un blanco mucho más débil a la hora de defender o atacar. Por lo tanto, se esforzó en dejar los límites claros, pero con la diplomacia como mejor arma.
Estaba muy cansado, habían sido horas agotadoras mentalmente. Ya era de madrugada y solo quería llegar a su casa y zambullirse en su cama para descansar al fin, pero, sobre todo, quería llegar al lado de Andara para volver a ser él mismo, dejar su rol de líder y sólo ser el centro del universo de esa pequeña hum