Patricia miraba a Juan con una chispa de admiración en sus ojos, sintiendo su corazón latir más rápido.
Aunque se consideraba una persona bastante experta en evaluar a los demás, era la primera vez que veía a un hombre tan apuesto como Juan.
—Vaya, señorita, su novio es realmente muy guapo—dijo en ese momento una empleada de la tienda, mirando a Juan con ojos llenos de gran admiración.
El comentario de la empleada hizo que el rostro de Patricia se sonrojara un poco, y con una sonrisa satisfecha respondió: —Quiero otro conjunto del mismo estilo de esta ropa, por favor, y envuélvamelo muy bien.
—Claro con mucho gusto, por favor, pase a la caja para realizar el pago— respondió la empleada con una sonrisa muy respetuosa.
Juan no le daba mucha importancia a su ropa, para él lo esencial era que fuera cómoda y limpia.
Mientras Patricia pagaba, en ese momento varias chicas más entraron en la tienda y quedaron sorprendidas al ver a Juan por su atractivo.
Dos de ellas, con el rostro enrojecido,