Joseph no dejó de verla durante el trayecto que ambos hicieron dentro del auto, ella le dió una dirección y este tenía motivos muy grandes para no desear llegar rápido.
¿La dejaría ahí? No quería separarse de ella, sintió que podía perderla de nuevo, por ello frenó antes de llegar a la propiedad señalada.
__ ¿Porque confías en mí? - le preguntó en cuanto el vehículo se detuvo. - Puedo estar diciendo mentiras, pero tú me llevas directo a tu casa.
Keyla entendió la desconfianza. Pero aunque para él era una duda, en ella se volvió todo lo que cubrió su cabeza.
__ ¿Que tanto confié en tí antes? - esperó una respuesta positiva, una sin tantas vueltas.
__ Nunca confiaste en mí. - Joseph miró al frente, con esa mirada profunda pasando el camino que tenía frente a él. - Y no sabes cuánta razón tenía para no hacerlo.
__ ¿Me estás diciendo que desconfíe? - cuestionó con incredulidad. - ¿No debería ser al contrario?
__ Volverte a ver revolucionó todo, Keyla. - contestó el mafioso. - No piens