Abril, 28.Lentamente la somnolencia abandona mi cuerpo, mis ojos dejan de pesar y los abro de a poco. Pestañeo un par de veces para acostumbrarme a la nueva claridad que llena la habitación de mi hija. Mi cuerpo está aplastado por el de mis dos acompañantes que duermen de una muy terrible manera.No me sorprendo en absoluto al ver la cabellera rubia de Damián sobre mi pecho, pues vagamente y sin mucha claridad, recuerdo qué fuí yo misma quién le pidió acostarse a mi lado y aunque no lo hizo de inmediato, estaba muy segura que lo haría, aunque no recuerdo haberlo visto acostarse en la cama y mucho menos sobre mí, de hecho no recuerdo nada más después de pedirle que se acostara junto a mí.Con un poco de dificultad logro sacar mi adolorido brazo de debajo del cuerpo de la bestia, y después de hacer unos leves movimientos en él, lo estiro hacia la mesita de noche del lado derecho de la cama para tomar mi teléfono, y aunque me cuesta alcanzarlo, finalmente lo tomo entre mis dedos y encie
—Ayúdame con esto.— le digo pasándole mi bolso. Mira la cartera y luego vuelve a mis ojos con el ceño fruncido y una mirada de reproche.— Por favor.— hago énfasis.—Estoy cargado.— me dice, le echo una mirada rápida y si, está cargado, no sólo lleva a Mía en sus brazos, síno también su bolso de viaje y el mío, pero igual tiene espacio para un bolso más pequeño.—No llevas nada, ¿Por qué quieres qué lo lleve?—Iré por un café, será rápido.— finalmente hace una mueca y asiento estirando su mano para tomar mi bolso.— espérame en la puerta, Cam dijo qué estaría afuera.Sin más empiezo a caminar hasta la máquina de café no muy lejos de nuestro lugar.—¡No tardes!— levanta la voz a mis espaldas y le dirijo una mirada rápida por encima del hombro.Esbozo una débil sonrisa y sigo mi camino mirando al frente. Después de nuestra conversación en el avión pareció que entre nosotros la gran muralla que nos separaba se fué rompiendo poco a poco, pero aún así las cosas respecto a nuestra relación no
Mayo, 01.Damián Webster.Me cruzo de brazos y con impaciencia hago resonar mis zapatos con el piso de la casa, logrando así que la rubia me dedique una mirada por encima del hombro y haga una mueca de desagrado y poca tolerancia en mi dirección.Hace dos días que esa pequeña nació y aún nadie sale del embeleso, ni siquiera mi hija me ha prestado la suficiente atención en los últimos días, todo en lo que ella y el pequeño Jesserd pueden pensar y hablar es de la pequeña Camille, la euforia de la tarde del domingo no les ha bajado ni un poco y lo peor es que el bebé ni siquiera voltea a mirarlos.Ámbar vuelve a ignorarme por milésima vez en los últimos cinco minutos y contengo las ganas de gritarle para que no lo vuelva a hacer. Miro el reloj en mi muñeca y resoplo fuerte para volver a llamar su atención, pero esta vez ni siquiera hace el intento de volver a verme y eso me indigna.¿Quién carajos se cree?—Vamos a llegar tarde.— digo en voz alta desde mi lugar haciendo que todos a excep
Salgo de ascensor y entro a la sala de estar del penthouse, dejo mi bolso en la mesa de cristal y repaso el lugar algo oscurecido gracias a qué todas las luces están apagadas y al cielo gris que impide que la luz solar entre por los ventanales.—Voy a llevarla a la cama.— ante la voz giro para encontrarme con Damián, quién sostiene a una adormilada Mía en sus brazos como sí fuera un bebé recién nacido.Asiento y él enseguida empieza a caminar hacia las escaleras, por inercia mis ojos lo siguen paso a paso, observando detenidamente lo bien que luce el hijo de puta, me encanta sin duda lo bien que le queda la camisa de cuello alto, el color negro de ella hace un perfecto y exótico contraste con la piel pálida de él.—Iré por el resto, señora Webster.— la voz del concerje me hace regresar la mirada de inmediato al ascensor. El joven chico uniformado delicadamente, señala las maletas con sus manos enfundadas en guantes blancos.Hace años que vivo aquí y aún no tengo idea de porqué usan un
Mayo, 02—¡Despierta!— chillo con premura.— ¡Despierta Damián, es tarde! — vuelve a ignorarme y con un brazo cubre sus ojos para seguir haciéndolo. Suelto aire y busco por el piso algo para cubrir mi cuerpo desnudo; tomo el albornoz rosa pálido y con rapidez me lo pongo. En un acto rápido recojo una de las almohadas del piso y la lanzo con fuerza a la cara del rubio.—Levantate.— ordeno cuando se quita la almohada y el brazo de la cara para mirarme con las cejas hundidas. — Ahora.Sin quitar la expresión enojada de su cara se incorpora con pereza hasta quedar sentado sobre el colchón y bostezar. Camino apresurada hasta la mesita de noche a un lado suyo y enciendo la pantalla de mi celular conectado al cargador para mirar la hora y comprobar que estamos muy retrasados.—Ve a ducharte,— ordeno nuevamente y en respuesta recibo un gruñido de impaciencia.— tienes que verte con el abogado a las ochos y falta muy poco para las siete y media, así que tienes menos de treinta minutos.— bloqueó e
Estoy retrasada, muy retrasada. Estuve en elapartamento con Tristán por poco más de hora y media, y atrapada en el tráfico mucho más tiempo del que debía. Ahora las agujas del reloj estaban casi sobre las once de la mañana. En mi celular seguían un montón de llamadas perdidas de Damián y Hansel, las cuales evite responder porque sabía que lo único que iban a hacer era apresurarme como sí tuviera el poder de controlar el tiempo.Tan pronto llegué a los juzgados pedí información sobre Damián y su abogado, sólo bastó un par de descripciones para que las señoritas me dijeran lo que quería. Justo ahora estoy casi corriendo hacia dónde me dijeron que estaba. El lugar estaba abarrotado de policías, gente que por sus trajes han de ser abogados, fiscales, etc, y por supuesto, también hay una gran cantidad de civiles.Unos vienen esposados o custodiado por policías o guardias de corte, otros sólo parecen sumidos en sus preocupaciones, mientras que otros se pasean por el pasillo con semblante s
Mayo, 04En poco comenzaría el primer juicio de Damián, desde ayer los nervios habían estado amenazando con hacerme perder la cordura y justo hoy se habían intensificado tanto que me provocaban ansiedad.Trago saliva y apresuro el paso por el pasillo.He intentado calmarme, he intentado hacerlo para evitar poner a Damián más nervioso de lo que de por sí ya se encuentra, pero a pesar de que Parker nos ha aclarado que todo es está bien, y que sea quien se el maldito testigo que se presentará en la corte hoy, él tiene todo bajo control.De hecho, ha corregido algunas partes de la historia que debíamos decir. Tanto él como Damián están convencidos de qué el testigo secreto del fiscal Tomsopns es la señora Ross, es por ello que está nueva versión de la historia original se basa en lo que probablemente declaré esta mujer en el estrado.Mi celular suena en mi mano y sabiendo de antemano que es Tristán, apago el teléfono sin miramientos. En estos últimos dos días su insistencia por tratar de
Releo el mensaje en mi celular una vez más y suelto aire con pesadez antes de volver a levantar la mirada y mirarme atentamente en el espejo del lavado. Aunque el fallo del juez no había sido del todo malo, la verdad es que los cinco salimos de sala de juicios, tensos y aún con los nervios de puntas.Y trás eso Hansel propuso ir por algo de beber y así fué como junto al abogado, estuvimos en un restaurante hablando de lo siguiente que harían para que el fallo final y definitivo del juez, fuera a nuestro favor. Al salir de allí el abogado se despidió alegando que se encargaría personalmente de la auditoría para comprobar que las empresas no eran una lavadora de dinero sucio. Hansel y Lie también se marcharon a su casa y Damián y yo nos vinimos al apartamento.Al llegar aquí no volvimos a tocar el tema, claramente estaba el hecho de que habíamos tenido suficiente de charlas legales, presión y frustración por hoy.Al llegar a casa, no hicimos más qué compartir el tiempo con nuestra hija,